El ABRAZO DEL LAGARTO
Por Julio Lopera Quintanilla. (*)

En este mes de noviembre, la presentación de una novela muy interesante, viene concitando gran interés entre los intelectuales de Arequipa. Se  trata de  El Abrazo del Lagarto, una novela reflexiva en la que todos los hechos y circunstancias son motivo de deconstrucción. La novela, nos presenta una  historia realmente sui géneris, la historia de  un personaje que no quiere a nadie. Alejandro, el protagonista – narrador, es un hombre hastiado de su esposa, de su amante, de su hija, de su ciudad. Tiene muy poco amor en su corazón;  elige una ruta hacia la libertad siguiendo un sendero en el que se entremezclan  el mundo de los sueños con el mundo real.

Un sueño da lugar  al nombre de la novela. La obra nos presenta un universo onírico en el que un lagarto voraz será el eje de un ritual macabro. Una novela, sin lugar a dudas, interesante y con buen  clima.

En estos días tuve la oportunidad de conversar con el psicólogo clínico  doctor Esteban Carpio Zúñiga, autor de la novela,  quien es  psicoanalista y miembro de la Alianza Psicoanalítica Lacaniana Internacional. Va la entrevista. 

¿Cómo nació en ti  la vocación por la literatura?

De niño, jugaba mucho con mi hermano Metal Slung, entre otros videojuegos. Entonces, leía las novelas que él compraba y los pocos libros que había en casa. Como eran los únicos pasatiempos que tenía, una tarde, le propuse escribir una historia alternativa de Metal Slung, algo como un spin-off. El resultado, fue un desastre, pero recuerdo que disfruté mucho el proceso, y hasta ahora por momentos mientras escribo vuelvo a sentir esa  grata sensación inicial. Asumo que si continúo escribiendo es por eso.

¿Estudiaste  literatura?

Aunque, siempre me centre en escribir, decidí estudiar Psicología, porque consideré que a través de esta profesión podría tener un mayor conocimiento de la psicología humana, lo que me ayudo a  construir mis historias. No sé, si esto dio resultado. Apenas  terminé mi primer año de estudios profesionales, tuve mi primer acercamiento con el psicoanálisis, y desde ese entonces mi desempeño profesional como psicoanalista va en paralelo con la literatura.

Generalmente ¿en qué momentos te inspiras?

No tengo momentos especiales para escribir. Si hablamos de momentos de inspiración, yo diría que son aquellos momentos en los que logro establecer una idea clara a partir de las intuiciones que tengo. Me gusta repensar las cosas hasta encontrar una respuesta no pensada, pero, no solo por lo original que  esta pueda ser, sino, porque una buena respuesta permite plantear nuevos caminos. Desde esa óptica, la lectura, también me inspira, muchas veces me hago nuevas preguntas a partir de lo que estoy leyendo partiendo también  de lo que estoy pensando.

¿Te asusta la página en blanco?

Añadiendo a lo anterior, lo que me pasa más comúnmente, es que antes de escribir una historia la tengo rondando en mi cabeza por un buen tiempo. Tengo intuiciones iniciales que se van ordenando a través de imágenes y sobre todo, palabras. Hay momentos, en los  que logro enunciar en mi mente  la primera oración que voy a escribir y la dejo reposar por un tiempo hasta que un impulso irresistible me lleva a plasmarla. El susto por la página es para mí el miedo a no llenarla lo más rápido posible. También pasa que si ignoro este impulso inicial, este se disuelva y no vuelva aparecer.

¿Algo te inspira a escribir historias?

El dolor, el miedo y la vergüenza. Se me hace muy atractiva la idea de escribir sobre aquello que no se puede decir, aquello de lo que nos cuesta hablar, que por lo común obviamos en las conversaciones. Considero que es lo único sobre lo que vale la pena escribir.

¿Qué obra te ha costado más escribir?

En este caso, hablaría del presente. Considero que siempre habrá algo que se resista a ser escrito y que, sin embargo, está siempre presente, insistentemente. Actualmente, tengo una historia que por más de diez años la retomo y la abandono sin avanzar mucho. No sé si insisto yo o ella es la que insiste,  tampoco sé si en algún momento esa historia  me dejará de interesar.

¿Con que personaje literario te identificas?

Suelo sentirme identificado con  personajes solitarios cuyas vidas van en descenso por las injusticias que viven, su desgracia es parte de lo que ellos eligieron para sus vidas. Pienso también  en el  Herzog de Saúl  Bellow, un sujeto del promedio que tiene que vivir el engaño de su esposa y sortear una serie de dificultades por ese motivo. Suelo identificarme con  personajes sin brillo, poco heroicos.

¿En tu carrera de escritor has conocido momentos de duda y  cambios de giro?

Son constantes, pues, el control que uno tiene sobre su historia es en realidad escaso. A medida que el compromiso con la historia se vuelve mayor, el nivel de control que uno tiene sobre la historia se reduce, desde entonces, son los personajes los que tienen el control. La trama a la vez ordena el camino a seguir, siendo imposible oponerse a ella, pues ella  es  un personaje más, como en la tragedia griega, donde el destino impone su capricho.

¿Qué escritores han influido en ti?

Cuando empecé a escribir, fue Ernesto Sábato, el que más  influyó en mi escritura. También influyeron: Juan Carlos Onetti y Yasunari Kawabata. Ahora, mis influencias principales, son, por un lado, Tom  Spanbauer, de quien asimilé  la noción de escritura peligrosa, que consiste en hurgar en el propio dolor para partir de ello extraer emociones. En la parte formal de la escritura han influido en mi trabajo Hanif  Kureishi y Jhon Maxwel  Coetzee y  también Ford.

En tu opinión ¿Qué es lo más maravilloso de la literatura?

Considero, que, cada obra literaria, es un laboratorio de emociones humanas con todo lo que eso implica. No es solo un registro, o un anecdotario. No se reduce únicamente  a una narración detallada de la historia, ni a la capacidad de cautivar o imaginar nuevos mundos.

Concebir la literatura como un laboratorio de lo humano, significa que a través de ella se pueden experimentar emociones hasta sus últimas consecuencias, su mayor logro  es  recrearlas para llegar  a ámbitos  inalcanzables para cualquier vida.

¿Qué proyectos tienes a futuro?

Dentro de los muchos proyectos que tengo, hay uno que está más avanzado. Tiene como tema los complejos familiares, la infidelidad, la violencia sexual y el racismo, asuntos que son también objeto de interés de la sociología y la política. Busco ahondar en un territorio peligroso, tanto para mí como para cualquier peruano, busco que el lector sufra al leerlo, así como lo estoy sufriendo al escribirlo.

DATO

La presentación del libro tendrá lugar el viernes 17 de noviembre a las seis de la tarde en la Sala María Nieves del Claustro Menor de la Universidad de San Agustín. Calle San Agustín 106.

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