Por Martín Taype – El Montonero

Nos encontramos en un mundo multipolar en el ámbito económico y geopolítico que influye en la economía y política de nuestro país y mantenemos un problema que aflige no solo a los que lo sufren, como es la desocupación la cual mantiene su ascenso con respecto al año pasado, “En el tercer trimestre del año 2023, la población ocupada del país alcanzó los 17 millones 207 mil 200 personas, la cual en comparación con igual trimestre del año 2022 disminuyó en -0,9% (156 mil 800 personas)”. Así lo dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) en su “Informe Técnico Perú: Comportamiento de los Indicadores del Mercado Laboral a nivel Nacional y en 26 ciudades”, elaborado con los resultados de la Encuesta Permanente de Empleo Nacional (EPEN), publicado recientemente en su Nota de Prensa del pasado 15 de noviembre.

Asimismo durante el tercer trimestre del año en curso, las ciudades con mayor descenso de su población ocupada fueron de Iquitos (-8,0%), Pucallpa (-7,8%), Chiclayo (-7,3%) y Puno (-6,9%), lo lamentable es que de las 26 ciudades motivo de la citada encuesta 17 tuvieron un descenso. 

Antes de analizar brevemente la información expuesta recordemos algunos conceptos básicos según el INEI, Ocupados son las personas de 14 años y más de edad que estuvieron participando en alguna actividad económica, en el período de referencia. En tanto Desocupados son todas aquellas personas, de uno u otro sexo, que durante el período de referencia cumplen en forma simultánea con los siguientes requisitos: a) Sin empleo, al carecer de cualquier empleo sea como asalariado o como independiente. b) Disponible para trabajar, al tener disponibilidad para trabajar en un empleo asalariado o independiente, durante el período de referencia. c) En busca de empleo, los que habían tomado acciones concretas para buscar un empleo asalariado o independiente, en un período de referencia especificado. Este concepto abarca tanto a las personas que buscaron trabajo pero que trabajaron antes (cesantes), como a los que buscaron trabajo por primera vez (aspirantes).

Con el marco básico conceptual claro, según la indicada encuesta es evidente y muy preocupante el mantenimiento de dos tendencias: la población ocupada continúa en descenso con respecto al año pasado y la desocupación sigue golpeando más a las ciudades del interior de nuestro país. 

Los factores que han generado esta situación son evidentemente la recesión que padecemos y en el ámbito del contexto interno, además de los problemas conocidos por todos y que parece se están volviendo endémicos, como las denuncias de corrupción difundidos por los medios de prensa por citar uno, a lo que debemos sumar la pérdida de credibilidad por parte de la población en el Gobierno para solucionar eficientemente estos problemas y en el ámbito del contexto externo la adversa coyuntura económica y geopolítica, que puede agudizarse por los conflictos regionales en curso y que pueden escalar a un conflicto global. Además del impacto de los inevitables desastres naturales en nuestra economía por el Fenómeno del Niño que se prolongará hasta el 2024.

Por lo expuesto, aunque para muchos sea “predicar en el desierto”, a fin de revertir la desocupación que aún golpea al Perú, el Gobierno debe recuperar la credibilidad con hechos concretos como el comunicar a la ciudadanía oportunamente la aguda crisis económica en la que nos encontramos y dentro del marco constitucional, enfrentar con eficacia y eficiencia los problemas de nuestro contexto interno así como apoyar la formalización laboral y empresarial tomando acciones concretas para minimizar el impacto del adverso contexto económico y geopolítico externo, en cuanto al sector privado y ciudadanía en general, informarse objetivamente de lo que sucede en el mundo y su impacto en nuestro país, a fin de tomar decisiones apropiadas y oportunas en el ámbito empresarial y personal.