Ayer, Juan Carlos Villena Campana asumió el cargo de fiscal de la Nación interino, luego de que Patricia Benavides fuera suspendida por la Junta Nacional de Justicia (JNJ), bajo sospechas de liderar una presunta organización criminal dentro del Ministerio Público. El anuncio oficial se realizó a través de las redes sociales de la Fiscalía alrededor de las 15:30 horas.

Pablo Sánchez, con la mayor antigüedad al ser nombrado como fiscal supremo en 2005, fue llamado primeramente para encabezar el Ministerio Público de forma interina. No obstante, al renunciar a la responsabilidad en una Junta de Fiscales Supremos, la atención recaerá sobre Villena Campana.

La elección de Juan Carlos Villena se debe a que la Junta de Fiscales Supremos del Perú solo tiene habilitados a dos de sus cinco miembros. Recordemos que la inhabilitación de Zoraida Ávalos por el Congreso limitó aún más las opciones de liderazgo, teniendo en cuenta además la situación de Delia Espinoza, quien fue adscrita ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE). Espinoza solicitó retomar sus responsabilidades previas dentro del Ministerio Público, no obstante, sigue pendiente de una resolución que confirme su reincorporación.

SANCIÓN POR MARIACHIS

Pero en la carrera pública de Juan Carlos Villena, no todo es oro. No obstante su respetada carrera, el nuevo fiscal de la Nación interino no ha estado exento de controversias. De acuerdo a su historial, fue sancionado mientras presidía la Junta de Fiscales Superiores de Ica debido a una celebración de su cumpleaños en la que se presentó una serenata de mariachis.

Villena respondió ante el colegiado de la JNJ por la investigación que Control Interno hizo por la recepción de los músicos en las oficinas de la Fiscalía en Ica. En la entrevista aclaró que en aquel entonces no hubo interrupción de las labores y que el ingreso de los músicos había sido autorizado por la jefa de imagen institucional sin su consulta previa.

“Se llegó a la conclusión que fue la jefa de imagen institucional la que había autorizado el ingreso de estos músicos y que los vigilantes habían juntado la puerta, según ellos en su concepto de seguridad, durante 5 minutos aproximadamente. También se determinó que no se habían suspendido las labores. Sin embargo, la difusión de eso, claro que afectaba la imagen y fui sancionado con amonestación, que es la única sanción que tengo y que no impugné porque era consciente de que esa situación era mi responsabilidad por un acto imprudente”, señaló.

Además, reconoció ante el comité evaluador de la JNJ que no reaccionó cómo debió: “En ese momento no quise desairar a los trabajadores, pero debí decir que estábamos en horario de trabajo y que nos evitáramos inconvenientes”.