Por: Carlos Meneses

Fue una “visión optimista” hablar de un plan Boluarte que nunca existió para justificar un estado de emergencia que era real para la capital de la República y la provincia de Sullana.

La ciudadanía ha sido avisada por la propia presidenta de la República que el presunto plan Boluarte, que anunció contra la delincuencia en las calles el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, nunca existió y que en realidad fue una “visión optimista” del premier. El mensaje se hizo y, en consecuencia, se declaró el estado de emergencia en 2 distritos de Lima, San Juan de Lurigancho (SJL) y San Martín de Porres (SMP), así como en la provincia de Sullana, sin que hubiera un plan para responder a la violencia callejera.

De esto se viene a enterar la ciudadanía a más de 2 meses de iniciada la citada emergencia y lógicamente se confrontó la realidad que significaba tener una Policía insuficiente en número de efectivos y de logística para convertir a todo lo que la delincuencia quiso y pudo hacer.

La presidenta ha dicho ahora que, en el 2024, las cosas mejorarán para poder dotar de mejores medios de protección, mayor número de agentes, 500 unidades móviles, que funcionarán como patrulleros, y poder responder adecuadamente al reto que han planteado los bandidos.

El anuncio “optimista” que hizo entonces el señor Otárola y que no debió hacerlo, ha sido superado por la realidad y también por el engaño.

Por eso insistimos en que el mejor lenguaje que debe utilizar el gobernante para dirigirse a los gobernados es con la verdad. Lo demás es mentir y haciéndolo no se convierten en verdades lo que no lo es.