Hospitales Goyeneche y Honorio generan 95 toneladas de basura contaminada

En el Goyeneche dejan las bolsas hacinadas bajo el sol, ambiente propicio para la multiplicación de bacterias.

CANTIDAD SE INCREMENTA SI HAY MÁS ATENCIONES MÉDICAS

El sistema de salud arequipeño es deficiente tanto en la atención a los pacientes como en el manejo de los residuos hospitalarios. Recordemos que a los hospitales de Arequipa llegan no solo quienes viven aquí, sino también pobladores de otras regiones del sur del país que necesitan de atención médica.

En el hospital Goyeneche el personal recoge la basura en tres y, cuando se requiere, cuatro horarios. Aunque la cifra total es variable, en promedio se acumula entre 14 a 15 toneladas de residuos peligrosos al mes. En tanto, en el Honorio Delgado –nosocomio de mayor capacidad– se generan 2 mil 600 toneladas de basura diariamente, teniendo un acumulado mensual de aproximadamente 80 toneladas. 

El caso del hospital Goyeneche es particular, pues actualmente su área destinada al almacenamiento de residuos atraviesa un proceso de refaccionamiento. Razón por la que la basura es depositada en un espacio temporal cercano a los lugares donde transitan los pacientes y bajo el sol dando el ambiente propicio para la multiplicación de bacterias.

«Desde hace 10 años la generación de basura incrementó en el Goyeneche, por eso actualmente se está construyendo una expansión del almacenamiento final nuevo. Esperemos que se concluya antes de terminar diciembre», sostuvo el responsable de manejo de residuos del Goyeneche, Dany Calderón Linares. 

Los residuos hospitalarios se clasifican en tres tipos: biocontaminados, especiales y comunes. Los residuos biocontaminados –depositados en bolsas de color rojo– incluyen a todos los materiales que tiene contacto con la sangre de un paciente (algodones, gasas, ropas y equipo médico contaminado). Los residuos especiales –depositados en bolsas amarillas– corresponden a todos aquellos productos provenientes de farmacia (jarabes, medicamentos, bisturís, ampollas, agujas y materiales quirúrgicos y de laboratorio). En tanto, los residuos comunes corresponden a la basura ajena a la atención hospitalaria generada dentro del nosocomio (bolsas, papeles, plásticos, etc). 

En la basura biocontaminada se acumulan virus y bacterias de todo tipo, pues los nosocomios atienden a pacientes enfermos de hepatitis, VIH, cáncer y otras enfermedades que podrían poner en riesgo la salud de quien sea que tenga contacto con el material biocontaminado, por lo que dejar las bolsas ( de color rojo, amarillo o negro) es un peligro pues las bacterias que están en los deschechos necesitan temperaturas que van desde los 5° y los 65° para multiplicarse rápidamente.

RIESGO

Basura bicontaminada es la que contiene sangre y otros fluidos de seres vivos.

La cantidad total de este tipo de residuos es proporcional a las atenciones de cada nosocomio, por lo que –ante el incremento de población hospitalaria propio de los últimos años– la generación de desechos biocontaminados es mayor.

«Si se coloca, por ejemplo, una aguja entre la basura normal y llega al relleno sanitario de Yura podría contaminar los desechos y perjudicar a la salud de todas aquellas personas que tengan contacto con los restos. (…) Tener un relleno de seguridad hospitalario a nivel local nos ayudaría a evitar problemas de salud, pero también a ahorrar en los costos de envío de los residuos a Lima, por ello es una necesidad pública», declaró el responsable del manejo de residuos sólidos en el hospital Goyeneche, Dany Calderón Linares.

Razón por la que no pueden ser tratados como el resto de desechos, sino que las bolsas rojas y amarillas son enviadas a una planta de tratamiento e incineración ubicada en Lima. En tanto, las bolsas negras son tratadas como basura normal y enviadas al botadero de Quebrada Honda. 

La norma técnica de Salud N°144-Minsa-2018-Digesa establece los lineamientos y procedimientos para una gestión y manejo de los residuos sólidos generados por los centros de salud (postas, hospitales, clínicas, veterinarias, etc) respetando las normas sanitarias y ambientalmente adecuadas para la población. Normativa que –debido a la alta cantidad de centros de salud de Arequipa– no estaría cumpliéndose al 100%. Situación que a causa de los agentes patógenos y sustancias químicas peligrosas pone en riesgo a cientos de personas que tienen contacto con estos restos.

«La normativa de la Digesa dicta que cada región debe contar con una planta de tratamiento de residuos hospitalarios, pero Arequipa no tiene una. (…) Nuestra región debería contar obligatoriamente con una planta de tratamiento. Porque –ante el alto costo del envío de residuos a Lima– es complejo que todos los centros de salud cumplan con el tratamiento adecuado. ¿Las clínicas y consultorios particulares dónde envían sus residuos?», cuestionó la responsable de residuos sólidos del hospital Honorio Delgado, Martha Bellido.

Aunque los nosocomios de la región buscan darle el tratamiento adecuado, muchos de los centros de salud, clínicas privadas, veterinarias, funerarias no estarían brindando el tratamiento adecuado de residuos biocontaminados. Asimismo, debido a que los residuos de la zona rural son enterrados en el botadero controlado de Quebrada Honda; hay un gran porcentaje de residuos hospitalarios biocontaminados que son desechados sin cumplir con la norma. Estos centros serían principalmente de clínicas y veterinarias particulares. 

Arequipa no tiene planta de tratamiento de basura hospitalaria.

UNA NECESIDAD PÚBLICA 

Anteriormente –antes del 2018– Arequipa contaba con una planta de enterramiento ubicada en Chiguata, pero esta llegó al máximo de su capacidad y actualmente ya dejó de funcionar. En el 2018, las autoridades del Gobierno Regional de Arequipa –encabezados por la entonces gobernadora regional Yamila Osorio– firmaron un convenio para construir una planta de tratamiento de residuos hospitalarios, la primera en el sur del país. Dicho proyecto iba a construirse sobre un terreno de 3 mil metros cuadrados ubicados en el Cono Norte y demandaría una inversión de S/2 mil 500 millones. No obstante, más de cinco años después dicha iniciativa continua en etapa de proyecto indefinidamente paralizado. 

Tras todo lo expuesto, queda en evidencia que para salvaguardar la salud pública y preservar el medio ambiente, es de imperiosa necesidad el contar con rellenos sanitarios dedicados exclusivamente a los desechos hospitalarios en nuestra ciudad. Misma que permita brindar un manejo especializado de los desechos hospitalarios, ayude a prevenir posibles brotes de enfermedades en los trabajadores de recolección de basura y, en líneas generales, sea segura para la comunidad en general. Situación que requiere del compromiso de las autoridades del Gobierno Regional de Arequipa. 

Bajo el sol están hacinadas la bolsas con contenido biocontaminado. Las bacterias se multiplican a temperaturas que van desde 5° y los 65°.

Consecuencia de ello, se genera gran cantidad de toneladas de desechos hospitalarios que debido a su composición representan un problema de salud pública sino son tratados adecuadamente. Situación compleja, pues la región carece de una planta de desechos que ayude a tratar los restos hospitalarios.

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