Siembra y cosecha de agricultores en Arequipa

Por Zintia Fernández.

PRODUCEN MAÍZ, VAINITA, PAPA, AJO, CEBOLLA Y BRÓCOLI

En un escenario marcado por la escasez de agua, el cambio climático, el aumento en los precios de fertilizantes y el avance imparable de la ciudad, los agricultores en la provincia de Arequipa demuestran resistencia.

A pesar de estas adversidades, el trabajo de estos guardianes de la tierra es constante. El cambio climático desafía la estabilidad de las cosechas, pero los hombres del campo prefieren adecuarse y evitar daños.En las tierras de Cayma, específicamente en Carmen Alto, dan frutos con la cosecha de maíz, un logro que no solo alimenta a la comunidad sino que también revitaliza la economía de las familias.

En el Valle de Chilina también la cosecha de brócoli y coliflor es constante este mes. Aunque las siembras disminuyeron en hectáreas estos productos frescos llegan a los mercados para alimentar a la población. Uchumayo también concentra la cosecha de ajo, cebolla así como hierbabuena, usada para sazonar la comida o calmar problemas digestivos al ser consumida en mate caliente.

En los próximos 90 días, los apios de Tiabaya serán cosechados. Las familias siembran este producto con mano de obra comprometida con la forma adecuada de colocar pequeñas plantaciones en terrenos de un topo. Así, la determinación de estos agricultores no solo garantiza la sostenibilidad de la tierra, sino que también abre caminos hacia un futuro agrícola próspero y lleno de oportunidades.

«Estamos empezando a salir del hueco», describe Daniel Lozada, presidente de la Sociedad de Agrícola de Arequipa a la posible recuperación en la agricultura en la provincia de Arequipa que reúne aproximadamente 15 mil agricultores. Mencionó que enero es considera como temporada para la cosecha de maíz, vainita, papa, ajo, cebolla, brócoli.

Las familias Bedregal y Flores cuidan el sembrío de maíz en Carmen Alto, Cayma, y esperan su turno para el riego. Mencionan que ahora invierten 210 soles en la compra del saco de fertilizantes cuando antes de la pandemia podían adquirirlo a 60 soles.
Antes de la Pandemia la venta del choclo caymeño, producto de temporada, costaba 1.50 soles pero ante el incremento de costos para la producción fue necesario también ajustar el precio, aún así los vecinos acuden por kilos. «De la chacra a la olla», señalan.
Lucila corta los brócolis y coliflores sembrados en el Valle del Chilina. Cuenta que hace tres años trabajaban más personas para la cosecha, pero debido a la poca siembra solo la contrataron a ella que empezó el trabajo desde las 8.00 a.m. hasta las 6.00 p.m.
Ramón Paco junta los brócolis y coliflores en costales que deberán ser cargados por él mismo hasta la vía. Cada saco bordea los 50 kilos.
En Uchumayo, el corte de hierba buena se realiza por segunda vez y tras ello la trabajadora deberá limpiar de las «malas hierbas» que impiden el brote.
Sonriente muestra su pequeña planta de apio que será trasladada al terreno. La familia Benavente Bedregal, en Tiabaya, espera que en 90 días estén listas para la cosecha.
Cinco trabajadores ingresan para colocar las plantaciones de apio en tierras rodeadas por agua. Principalmente contratan mujeres por la experiencia y además el trabajo cuidadoso en el procedimiento.

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