Adiós al libre pensador arequipeño Héctor Ballón Lozada
Por Mario Rommel Arce Espinoza – Docente de la Universidad Católica de Santa María.
Héctor Ballón Lozada (Arequipa, 1936-2024) contaba que de joven lo impactó mucho aquella afirmación que decía que si quieres ser inmortal estudia primero sobre tu aldea. Así se propuso hacerlo desde 1963, año en que publicó su primer libro titulado “La libertad religiosa en el Perú”. Y desde entonces no dejó de investigar y escribir, vocación que compartió con la enseñanza en la Escuela de Sociología y la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de San Agustín y en la Unidad de Postgrado de la Universidad Católica de Santa María.
Con más de 30 libros publicados en su haber, siempre en torno a Arequipa, mencionaremos sus historias institucionales dedicadas a los Registros Públicos, la Facultad de Derecho de la Universidad Católica de Santa María, la Escuela de Sociología de la Universidad Nacional de San Agustín, la Academia Lauretana y el Colegio de Abogados, y los medios de comunicación en nuestra ciudad.
Sus estudios secundarios los hizo en el Colegio de la Independencia Americana, y los superiores en la Universidad Nacional de San Agustín, donde se recibió de abogado y sociólogo.
Con la muerte acaba una vida cronológica, pero al mismo tiempo nace otra distinta. Es el legado que sobrevive a la persona más allá de la muerte. Es la posteridad o juicio de la opinión pública la que estamos seguros salvará del olvido la obra de toda una vida. Un factor simbólico será igualmente importante para definir su aporte a la sociedad a través de sus publicaciones, si se trata de un intelectual como Héctor Ballón Lozada, a quien hoy despedimos por su inevitable partida.
Se ha cerrado el ciclo de la existencia fructífera. A partir de ahora, se abre otra etapa en la que abundan los gratos recuerdos, pero más importante que eso es valorar su producción académica. Sus amigos y discípulos recordaremos su nombre con cariño, haremos eco de sus enseñanzas y alentaremos a las presentes generaciones a que lean sus libros. Sin embargo, qué debemos decir de sus obras de investigación, cuáles fueron sus principales aportes a la comprensión de la historia de Arequipa.
Su trabajo intelectual básicamente se centró en la historia de las ideas sociopolíticas en Arequipa. Siguiendo a Francisco Mostajo, no escatimó energía ni tiempo para desarrollar varias de las líneas de investigación trazadas por el maestro de pasadas generaciones, a las que también pertenecieron Juan Guillermo Carpio Muñoz y Eusebio Quiroz Paz Soldán, quienes continuaron con enfoques propios por el mismo camino de Mostajo. Héctor Ballón Lozada no fue la excepción, solo que aplicó sus conocimientos en sociología y derecho para renovar en el ámbito local los estudios socioculturales en dos aspectos: historia intelectual y la historia de los partidos políticos.
Su libro “Las ideas socio-políticas en Arequipa, desde 1540 hasta 1900”, publicado en 1987, revela un profundo análisis del pensamiento intelectual arequipeño en un contexto de desarrollo capitalista. En cuanto a su interés por las ideas liberales, examina el pensamiento de varios intelectuales arequipeños de los siglos XVIII y XIX. Pero también se ocupa del pensamiento católico y sus principales representantes en el mismo periodo. Asimismo, hace una presentación de las instituciones que abanderaron ese pensamiento.
Ballón Lozada intenta presentar un panorama amplio del pensamiento y las ideas, durante las épocas colonial y republicana. Su interés primordial fue dar a conocer la composición social de Arequipa y a los sectores productivos, sobre todo a los grupos de artesanos y manufactureros. En ese sentido, se ocupa a la vez de la historia social y la historia económica.
Las obras de Héctor Ballón Lozada pertenecen al género de historia regional. Los temas que ha desarrollado son diversos, desde la historia de las ideas hasta la historia del derecho, pasando por la historia institucional; pero siempre con el mismo interés de destacar el protagonismo del pueblo en los movimientos sociales. Es así que se ocupa de dos personajes fundamentales para la historia de Arequipa republicana. El primero fue el deán Juan Gualberto Valdivia. En este caso, como editor, publicó la edición facsimilar del periódico “El Yanacocha”, que defendió la Confederación Perú-boliviana en 1836. En el siglo XX, otro personaje símbolo de Arequipa fue el tribuno Francisco Mostajo, a quien ha dedicado un trabajo titulado “Mostajo y la Historia de Arequipa”, publicado por la Universidad Nacional de San Agustín el año 2000. En el estudio preliminar, se encuentra la clave de sus afanes académicos. Confiesa que quiere desvelar el mito de la Ciudad Blanca como un pueblo pacífico, como si fuera “una ciudad de clase media igualitaria y homogénea”. Según el autor, hay una concepción tradicional de la ciudad, representada por Jorge Polar, María Nieves y Bustamante y Víctor Andrés Belaúnde.
Su trabajo está lejos de seguir el esquema tradicional de interpretación histórica. En todo caso, por su formación como sociólogo, su interés de estudio es la sociedad arequipeña en su dinámica social. Sin duda, es otra visión de la historia muy influenciada por los historiadores revisionistas de la historia nacional de la década de 1970. Ese fue el caso de autores como Heraclio Bonilla, Julio Cotler, Ernesto Yepes del Castillo y José Matos Mar. Su propuesta aplica el modelo del materialismo histórico. La estructura y superestructura condicionan su trabajo de investigación.
Se ocupa, por ejemplo, de personajes que representan una posición contraria a la tradicional. Ese fue el caso de Max Guinassi Morán, considerado por él como el primer marxista en Arequipa. El discurso que leyó el 1º de mayo de 1908, en la velada del “Centro Social Obrero”, fue el signo de otro tiempo, a comienzos del siglo XX, en que ya existía una clase obrera en formación. El lenguaje de Max Guinassi Morán trasluce sus lecturas de autores como Carlos Marx y Federico Engels. Cita de Marx la siguiente fórmula: “La historia no es más que una lucha de clases, la historia actual es la lucha entre el proletariado y la burguesía”. Esta agudización de las contradicciones sociales provocó enfrentamientos por la conquista de las ocho horas de trabajo, la ley de accidentes de trabajo y otras conquistas laborales.
Una observación a este planteamiento, sería considerar únicamente para el análisis social los factores económico y político, sin apreciar otros matices en el proceso histórico. Sin embargo, no se puede dejar de reconocer la otra visión que ofrece el estudioso, igualmente útil para comprender la historia.
Francisco Mostajo atrajo a intelectuales y luchadores sociales de su época y posteriores a la suya, como Ballón Lozada, por su espíritu anticlerical, que muestra otra faceta de Arequipa, a la que se ha considerado como la “Roma del Perú” por su fervor religioso. En esa línea de pensamiento, Ballón Lozada expone en sus investigaciones el enfrentamiento entre liberales y conservadores en Arequipa, durante los siglos XIX y XX.
Hay también presumiblemente una identificación ideológica del autor con sus biografiados. Es sabido que Héctor Ballón Lozada nunca negó sus ideas liberales. En ese sentido, es un librepensador de otros tiempos que unieron al pensamiento la acción. Solo que en su caso el pensamiento liberal en Arequipa encontró a su mayor estudioso, con obras de aliento que buscan destacar el rol de las fuerzas sociales en la historia. En esa línea de trabajo figuran los libros: “Cien años de vida política de Arequipa, 1890-1990” (UNSA, 1992) y “La vida política en la Arequipa republicana (1890-2009)”, en coautoría con Jorge Luis Cáceres Arce.
En el primero de ellos trata del Partido Liberal, el Partido Marxista y el Partido Católico, que representan a tres tendencias diferentes de pensamiento, que convivieron en la ciudad. Como declaraba el autor en la introducción a su libro: “Es para mí un desafío epistemológico hacer el estudio del desenvolvimiento de las ideas sociopolíticas en Arequipa, no a la manera tradicional de simple recuento, sino estudiando las ideas, exponiéndolas, analizándolas, clasificándolas y colocándolas en su lugar adecuado con la crítica correspondiente”.
La religión ha sido otro filón en las investigaciones de Ballón Lozada, puesto de manifiesto desde su primer libro en 1963. Su tesis doctoral en la Universidad de San Agustín versó justamente sobre el tema. La tesis luego se convirtió en el libro titulado “Análisis socio-jurídico de la religión en Arequipa”. Un ponderado estudio sobre la religión católica, desde cuando el Estado peruano era confesional hasta la presencia de otras confesiones religiosas, y lo que supuso para el país el avance del laicismo en temas primordiales como la tolerancia de cultos y la libertad religiosa.
Esta revisión sumaria de una parte de sus obras, permite afirmar que ellas han contribuido a reforzar la historia regional en dos sentidos: en definir patrones de identidad que le permitan participar del plano nacional y, en segundo lugar, encontrarse dentro de su propia realidad.
Con Héctor Ballón Lozada desaparece un prolífico autor, dueño de una vasta producción académica, la misma que podemos encontrar en las bibliotecas públicas de la ciudad y del país. En la medida que su obra sea consultada por los lectores y los investigadores su memoria seguirá viva entre nosotros. Será, además, una forma de homenaje permanente que podamos rendirle a quien trabajó por vocación en archivos y bibliotecas motivado por el deseo del estudio y la necesidad de comprender la historia de la ciudad para ponerla al servicio de las presentes y futuras generaciones de arequipeños que encontrarán en sus libros bases sólidas para continuar con el trabajo de análisis y reflexión. Estoy seguro que seguiremos evocando su nombre junto con sus aportes. Él no ha muerto, ni siquiera en el recuerdo, sigue vive a través de sus obras.