En plena crisis de inseguridad en Paucarpata despilfarraron S/30 millones
Por Jorge Turpo Rivas
El proyecto costó S/ 30 millones y no fue concluido. Falta personal para su operación y tres camionetas y dos motocicletas nuevas se oxidan en el almacén porque la Municipalidad Distrital de Paucarpata no las puede recibir. El Pueblo pone el ojo en las obras que son un «monumento al despilfarro» para que no se repita la historia y empecemos a usar el dinero público en proyectos que acorten las brechas sociales.
NO MÁS OBRAS INÚTILES EN UN PAÍS POBRE
El SmartPata era el más ambicioso proyecto de seguridad ciudadana ejecutado en Arequipa. El exalcalde de Paucarpata, José Supo, destinó S/ 30 millones para implementarlo. Se construyó un edificio de cuatro pisos en el pueblo joven Miguel Grau, se compraron 370 cámaras de video-vigilancia e implementó una central de monitoreo.
Un año y medio después de su inauguración, el proyecto es un “elefante blanco” porque nunca fue concluido al 100% y la nueva gestión del alcalde distrital, Marco Antonio Anco, no ha podido destrabarlo y ponerlo operativo como corresponde.
La mayor demostración de que el proyecto es un fracaso es que el edificio de cuatro pisos (con ascensores incluidos) está prácticamente vacío. Por eso, el alcalde, Anco, decidió trasladar su despacho a ese local para darle algo de utilidad mientras remodelan el viejo edificio municipal de la Plaza de Paucarpata.
Del SmartPata sólo quedan las cámaras de seguridad y una central de monitoreo donde lo que más falta es personal. Se ha tenido que pedir a la Policía Nacional que envíe personal de cada comisaría de Paucarpata para que monitoreen las cámaras.
Cuando uno ingresa a la central del SmartPata encuentra a suboficiales de la Policía observando las imágenes de las cámaras cuando deberían estar en el campo cumpliendo su labor de lucha contra la delincuencia.
Además, a varios de ellos los vence el aburrimiento. En lugar de estar atentos a las pantallas, empiezan a soñar sentados. En pocas palabras, les pagan por ir a dormir al SmartPata.
¿QUÉ OCURRIÓ?
El SmartPata se hizo bajo la modalidad de obras por impuestos a cargo del grupo Falabella Perú y se inauguró en setiembre de 2022 sin que estén completos todos sus componentes.
El gerente municipal de Paucarpata, Berly Gonzales Arias, dijo que el proyecto se entregó a un 98% y quedó suspendido.
En ese 2% restante quedó pendiente la entrega de tres camionetas, dos motocicletas y un dispositivo de memoria de la central de monitoreo de cámaras.
Las camionetas y las motos están oxidándose en el estacionamiento del SmartPata porque la municipalidad no las puede recibir mientras no se llegue a un acuerdo de cierre del proyecto con la empresa contratista. Y la memoria para la central de monitoreo tampoco se entrega porque dicen que no está disponible en el mercado.
“No hemos recibido formalmente esas camionetas y motocicletas, porque se tiene que hacer el cierre del proyecto, todavía estamos en negociación”, dijo Gonzales.
Sin embargo, más allá de los vehículos sin usar y la memoria faltante, el problema de fondo del SmartPata es que no cuenta con personal suficiente para que toda la tecnología sea usada de manera efectiva en el combate a la delincuencia.
“Se hizo la inversión, pero no se garantizó la operación ni mantenimiento. Y la operación es tener más personal para que monitoreen las cámaras. Tenemos sólo 12 serenos por turno para 160 mil habitantes cuando deberíamos tener al menos 40 serenos. Pero no tenemos recursos para contratar más personal”, dijo el alcalde Marco Antonio Anco.
A consecuencia de esa ausencia de vigías, el servicio de serenazgo es deficiente y efectivos de la Policía monitorean cámaras cuando esa labor debería estar a cargo de personal de la municipalidad.
“No es el escenario ideal usar policías para monitorear las cámaras, pero es lo que estamos haciendo para darle operatividad al proyecto, lo ideal sería tener personal municipal suficiente en tres turnos”, reconoció Gonzales.
Según las normas vigentes, las municipalidades no pueden contratar más personal y por eso la mayoría de servicios de serenazgo tienen problemas de personal para brindar un servicio eficiente.
“Tenemos restricciones legales para contratar más personal. Por ejemplo, los serenos están considerados como personal obrero y para poder contratarlos tendríamos que tener todas las plazas presupuestadas por el MEF y Servir. Tampoco podemos contratarlos por locación de servicios porque la Contraloría nos advirtió que no se puede hacer”, explicó Gonzales.
OTRO PROYECTO
Hace unos días, la alcaldesa del distrito de Cerro Colorado, Gina García, anunció la ejecución de un proyecto similar al SmartPata en su distrito, con una inversión de S/ 39 millones y también bajo la modalidad de obras por impuestos con la empresa Falabella.
La preocupación está en que le ocurra lo mismo que al SmarPata; es decir, se haga un gran edificio, se compré cámaras de seguridad, pero al final no haya personal necesario para darle un buen uso en la lucha contra la delincuencia.
“Es un riesgo real si no se toman previsiones desde ahora. Qué ganamos teniendo una gran infraestructura, un gran equipamiento, si no tenemos serenos o personal para manejar esa tecnología. La recomendación a Cerro Colorado es que hagan un buen proyecto de pre-inversión y que ahí se asegure la operación y mantenimiento del proyecto, de lo contrario se repetirá la historia de Paucarpata”, apuntó Gonzales.
La inversión en seguridad ciudadana es necesaria en Arequipa, pero se requiere una mejor planificación para que los proyectos no queden inutilizables por falta de personal y mantenimiento.