Akira Toriyama ha muerto, viva Dragon Ball Z base de su cultura
Por: Ricardo Montero
La resiliencia les permitió a los japoneses asumir los cambios sin renunciar a la base de su cultura.
Al culminar la Segunda Guerra Mundial, Japón estaba en ruinas. Se estima que había perdido el 42% de su riqueza nacional. Pero se recompuso y se alzó al punto de ser ahora una de las más potentes economías del mundo. Estados Unidos contribuyó a esa recuperación al propiciar la reorganización política, económica y social, y al influenciar a la cultura japonesa introduciendo nuevas formas de entretenimiento y estilo de vida, que desembocaron en un renacimiento de todas las artes.
La resiliencia les permitió a los japoneses asumir los cambios sin renunciar a la base de su cultura, que se podría resumir en uno de los pensamientos expuestos en la serie Dragon Ball Z: “Vas a tener batallas duras y habrá dolor, pero eres un verdadero guerrero, así que levántate, pelea y gana”.
En ese manga se muestran valores de amistad y solidaridad, y también de valentía, determinación, sacrificio y superación personal, características de la cultura japonesa. Nosotros, los occidentales, los tomamos como motor para impulsar proyectos de cambio. Este contexto ayuda a entender por qué ha concitado tanto interés el fallecimiento de Akira Toriyama, creador de Dragon Ball Z.
Japón es una potencia mundial financiera y tecnológica, y su industria del entretenimiento también es de alcance mundial. El blog Erzat, especializado en cultura japonesa, que toma información de Oricon, un sitio de noticias japonesas, estima el valor de la industria de animación japonesa en unos 20 000 millones de dólares, apenas unos 9 000 millones menos que el valor de las acciones de Warner Bros Discovery, una de las empresas líderes de medios y entretenimiento en el mundo.
En suma, la cultura japonesa se introdujo en Occidente por la creatividad y calidad de su industria del entretenimiento, por su tecnología moderna y la influencia económica, pero también por la diplomacia cultural que impulsa su gobierno.
Dragon Ball Z es una de las creaciones que ha introducido a muchos occidentales a la cultura japonesa. A través de sus personajes aprendimos importantes lecciones sobre la amistad, el coraje, la perseverancia y el sacrificio, valores que ayudan a enfrentar los desafíos de la vida real. Al final de cuenta, como se afirma en la serie: “El poder viene en respuesta a una necesidad, no a un deseo. Tienes que crear esa necesidad”.