Por: Carlos Meneses

Es bienvenida la propuesta estadounidense de enviar efectivos policiales para entrenar a un equipo de 300 miembros de la PNP para combatir bandas delincuenciales.

Todos los peruanos están de acuerdo en que la Policía Nacional del Perú (PNP) no ha respondido bien al incremento de la delincuencia sobre todo en algunas regiones del país y lamentado que la razón aducida para explicar esta situación es el descuido de apoyo económico suficiente y necesario para una institución que sin recursos no puede superar la situación que confronta.

También es innegable que el comando institucional encargado de la seguridad pública no ha sido adecuado y que los frecuentes cambios que se produjeron han debilitado sus estructuras.

Asimismo, es notorio que bandas que hoy actúan en Perú han venido del extranjero o peor aún han sido enviadas deliberadamente desde Venezuela, Colombia e incluso Chile para delinquir en nuestro medio y dañar la estabilidad emocional de quienes aquí vivimos.

Es el caso, por ejemplo, de “Los pulpos” que ahora aparecen en Trujillo y que amenazaron la vida de los familiares del jugador que conformará la delegación deportiva que disputará un cupo para el mundial de fútbol.

Aquí en Arequipa, el general jefe de la Policía local, Colin Sim Galván ha sostenido que una banda, proveniente de Chile, es causante de los sicariatos que se están presentando a nivel local y que tiene su origen en un sistema de préstamos con altos intereses que al final no pueden pagarse y terminan sólo con la muerte de los prestatarios.