Pensión 65 y el cierre de la brecha social

Por: Julio Mendigure Fernández

En el camino hacia el desarrollo y la paz, la desigualdad es un gran reto en nuestro país y en el mundo, y una de estas enormes brechas sociales es el tratamiento de la pobreza y pobreza extrema.

En ese sentido, es importante recordar la promesa de nuestra presidenta de República, Dina Boluarte: “Estamos trabajando intensamente para acortar la brecha de la pobreza, del hambre y del frío. Quizás falta mucho por hacer, porque son años de olvido en los que no fueron atendidos, pero ahora estamos empeñados en trabajar con este propósito (…). Tenemos que unirnos y seguir esforzándonos todos, sin dejar a nadie atrás”.

Por eso, a fin de proteger a más de 800 000 adultos mayores que estuvieron olvidados, el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) emprendió una estrategia de cierre de brecha social que, en una primera etapa y siendo la más grande, logró el ingreso al primer padrón del año de más de 184 000 personas que cumplían todos los requisitos. Y al terminar el 2024, habremos incorporado a más de 200 000 adultos mayores en pobreza extrema.

Desde la creación de Pensión 65, hace 12 años, nunca registramos este récord en la cobertura, lo cual demuestra con hechos el espíritu social del Gobierno para cuidar a quienes dieron sus fuerzas y talentos por sus familias, sus comunidades y su país, con la finalidad de que accedan a una mejor alimentación, tengan abrigo, así como los medios económicos para su autocuidado.

Ahora, Pensión 65 va más allá de la entrega de una subvención económica porque trabaja articuladamente con los municipios y entidades aliadas para que sus usuarios reciban servicios que antes no tenían, como la renovación gratuita del DNI electrónico; vacunas contra el covid-19, influenza y neumococo; lentes; cirugías de cataratas; atención médica; y tratamiento de enfermedades prevalentes.

Con la intervención “Saberes Productivos”, en alianza con municipios, impulsamos su reinserción en las comunidades, la revitalización y transmisión intergeneracional de los conocimientos y prácticas ancestrales de nuestros usuarios y, con todo ello, la promoción de nuestra identidad.

Incentivamos sus pequeños emprendimientos para que aumenten sus ingresos y, como consecuencia de ello, se sienten útiles y valorados, elevando su autoestima. A ello se suma su inclusión financiera con la entrega de tarjetas de débito para que realicen sus transacciones con mayor facilidad.

De esta manera, el Midis continúa trabajando por la inclusión de las personas adultas mayores a fin de disminuir la desigualdad. Haber alcanzado el cierre de brecha social es un hito en la política pública y demuestra que el Gobierno trabaja por las peruanas y peruanos más vulnerables.

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