Semana de tregua
Por: Carlos Meneses
El país espera que durante la semana de representación parlamentaria, los políticos descansen en sus intransigencias y recapaciten. Mientras que los poderes Ejecutivo y Legislativo colaboren con el solo afán de mejorar la situación de los peruanos.
La semana de representación que iniciaron ayer los parlamentarios permite una tregua política en el Perú, pues facilita los diálogos ofrecidos por el presidente del Consejo de Ministros para asegurar un voto de confianza por él solicitado para el 3 de abril.
También significa que por el momento y durante 7 días, los parlamentarios no tendrán nuevos problemas con la Junta Nacional de Justicia (JNJ) y, de todas maneras, se tranquilizarán ánimos alborotados en semanas anteriores.
Al parecer Gustavo Adrianzén quiere devolver la paz política al Perú y posibilitar un nuevo y diferente trato entre el Ejecutivo y el Legislativo, permitiendo que cada uno de los poderes estatales pueda actuar con mayor libertad para entenderse y conseguir la confianza que el país requiere para nuevas inversiones.
Es de esperar que estos propósitos se logren en beneficio de todos aquellos que esperan la creación de empleos o la mejora económica que necesitan.
Debe agregarse a lo ya previsible que también es una oportunidad para que el Ministerio Público pueda trabajar con mayor tranquilidad y cumplir los objetivos que se ha propuesto el Fiscal Supremo de la Nación con miras a conseguir investigaciones más rápidas y eficientes para esclarecer asuntos en tratamiento.