Por: Carlos Meneses

La cita de APEC a realizarse en Arequipa debe ser coronada con éxito como un adelanto de lo que ocurrirá en noviembre próximo.

Arequipa ciudad será sede en los próximos días de una reunión de APEC y el gobierno peruano se ha comprometido a garantizar la seguridad de quienes nos visitarán para tratar temas vinculados a la organización internacional que ahora preside Dina Boluarte.

Es probable que a este primer diálogo no venga la mandataria que reserva su asistencia a la cita central de noviembre próximo que tendrá como sede Lima y Chancay y que contará, casi de seguro, con la participación del jefe de Estado chino quien inaugurará el nuevo puerto de Chancay, financiado con capitales chinos y, muy probablemente, con la del presidente estadounidense Joe Biden.

Aunque Arequipa vive una situación de emergencia que seguramente se mantendrá hasta que la cita de APEC se realice y se refuercen las medidas de seguridad que sean oportunas, todo indica que la ola delincuencial que preocupaba a la capital regional ha disminuido y que, en consecuencia, la cita de APEC se podrá realizar sin inconvenientes.

Es la primera vez que APEC tiene como sede una ciudad distinta de la capital y bien lo hace por los merecimientos que tiene un proceso de descentralización y desconcentración industrial y de inversiones.

Podemos y debemos esperar que esta oportunidad permita que las economías de los países miembros se fortalezcan y que al llegar noviembre y entre en funcionamiento el puerto de Chancay nuevos destinos se abrirán para que el país y la potencia mundial que es China puedan trabajar con los países de América Latina.