Bilcape la goleadora que encontró a su segunda familia en el FBC Melgar

Por: Jorge Jiménez.

A sus 18 años, Raquel Bilcape, disfruta su sueño hecho realidad, jugar al fútbol en el FBC Melgar. Vivió en Choco, provincia de Castilla, donde empezó a hacer goles en el patio de su casa a los 2 años. Practica otros deportes, dibuja y sabe preparar tallarines rojos que saborea junto a sus hermanos y padres. Asegura que ha encontrado a su segunda familia.

Fue en un pequeño arco armado con dos piedras, en el patio de su casa, donde anotó sus primeros goles. Es que cuando Raquel Bilcape empezó a dar sus primeros pasos, dejó las muñecas y empezó a patear una pelota de fútbol. El juguete redondo le llamó la atención. Le gustó verlo rodar impulsado por sus frágiles piernas a los dos años de edad.

Raquel Bilcape nació en Choco, un pequeño distrito de la provincia de Castilla. Hasta los cuatro años vivió en el anexo de Llanca. Un pequeño pueblo donde se respira aire puro, se ve a la naturaleza a plenitud y la agricultura es la principal actividad de los pobladores. Las frutas son el fuerte de la región donde brilla el sol todo el año.

Fue una niña inquieta, traviesa, ágil y buena estudiante. En su crecimiento siempre tuvo el respaldo de sus padres, sus tíos y los abuelos que se quedaron en Llanca. Tiene dos hermanos, un varón con un año menos que ella, su cómplice en aventuras, travesuras y la práctica del fútbol, el deporte que más le apasiona y que la llevó a jugar, a los 18 años de edad, en el FBC Melgar.

Busca ser el ejemplo para su hermanita de nueve. La engríe, la cuida, le enseña los secretos del balompié, pero también los del básquet, vóley, balonmano y karate. Raquel no puede estar tranquila. Siempre está practicando alguna de las disciplinas que aprendió en el barrio de Cerro Colorado, en el Cono Norte y en el colegio.

Eloy Castro fue uno de sus primeros entrenadores en el club Rayo Chachani. Empezó a defender su camiseta a los siete años de edad. Agradecida con su entrenador, recordó que la llenó de emoción ganar dos veces el campeonato. Por su talento se fue al club Stella Maris donde empezó a destacar como delantera. Hizo goles, los celebró, dio triunfos al equipo, pero siempre aspiró a más.

Por su pasión, procura ver todos los partidos de fútbol femenino posibles que hay en la televisión. Además, le gusta estar en las tribunas. El año pasado asistió al compromiso entre la U y FBC Melgar. La derrota por goleada le dolió como si fuera integrante del equipo. Se guardó la bronca esperando una oportunidad. Finalmente la tuvo, cumplió mayoría de edad y firmó para ponerse la camiseta “Rojinegra”.

“Agradezco a la profesora Lucy Rodríguez por incorporarme al equipo que hoy defiendo con mucho orgullo. Mis compañeras generaron en mí un sentimiento que nunca tuve, Melgar es como mi segunda familia. Los hinchas están viendo cómo sudamos la camiseta, así se defienden los colores, porque en Arequipa hay muy buenas futbolistas”, dice Raquel, mientras alista los utensilios de cocina y los ingredientes justos para preparar un tallarín rojo con pollo.

DIBUJO. En sus ratos libres se dedica a hacer lindos dibujos. Además le gusta la buena música.

“Mi mamá –agrega orgullosa– me enseñó a cocinar desde los diez años, dicen que me sale bien. Le tomo la palabra y lo preparo pues”.

Cuando no está en un campo de fútbol pasa sus ratos libres escuchando música, dibujando o pintando. Ayuda en las labores de la casa y vuelve a engreír a su hermanita.

GOLES

Luego de convertir tres goles en el Campeonato Profesional Femenino, va sumando más admiradores. Los hinchas que la vieron anotarle un golazo a Alianza Lima la aplaudieron de pie. Destacan su garra, temperamento y velocidad. Sin embargo, ella reconoce que aún le falta mejorar mucho en el tema técnico. Asegura que quiere hacer mejores pases largos y definir mejor cuando tiene la chance de gol.

“Tuve experiencias malas porque se veía raro que las mujeres jueguen al fútbol. Sin embargo, si persistes en tus sueños, por ejemplo, jugar al fútbol, lo vas a alcanzar. Yo estuve así, inicié mi sueño y por eso estoy donde estoy. Mis padres han estado conmigo en mi carrera hasta llegar a ser profesional, les debo mucho, mis tíos también me apoyaron en los momentos difíciles”, reflexiona Raquel, quien recuerda que alguna vez se fracturó la clavícula y los problemas familiares nunca faltaron.

Hoy vive momentos felices en el club. Resalta la unidad y solidaridad de sus compañeras. El apoyo del hincha. La motiva jugar en el club más importante de la ciudad. Le emociona hacer goles y luego festejarlos de manera peculiar.

Raquel Bilcape es consciente de que no podrá jugar siempre, que llegará un momento en el que el sueño cumplido se acabará.

“Voy a disfrutar estos momentos al máximo, a vivirlos a plenitud y prepararme siempre para ser mejor y defender a Melgar contra todo. Hay partidos especiales, sí que los hay y hacer goles es lo máximo. Luego voy a estudiar para ser profesora de educación física e ingeniera de sistemas. Mis goles quedarán en el recuerdo”, anuncia como la goleadora que promete más victorias en los siguientes partidos.

TALENTO. Muy pequeña se vino a Arequipa con su familia, el apoyo lo recibió siempre para explotar su talento.

comentario en

  1. Esperamos que no esté jugando adhonore si bien remunerado por que sin ella no ganaría Melgar los partidos o si no los equipos de Lima le vana ofrecer vitrina y estudiar en mejores universidades pero no hablan de remuneración, así es en Perú

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