Por: María Fernanda Urday R.

Más que un museo de autos, la «Colección Lucioni» alberga relatos que trascienden los fierros.

GRAN EXPECTATIVA ENTRE LA POBLACIÓN

Los amantes de los motores y la historia tienen la oportunidad de sumergirse en un mundo de potencia y elegancia con la apertura de la «Colección Lucioni», un nuevo museo de autos clásicos en nuestra ciudad. Este asombroso montaje no solo reúne una impresionante selección de vehículos emblemáticos, sino que también ofrece una ventana hacia el pasado, donde cada automóvil cuenta una historia por sí mismo.

En los interiores del hogar de la familia Lucioni Oviedo, se ha creado un espacio de historias que trascienden en el metal y el caucho. Filas de autos reciben a sus visitantes al ingresar. Alrededor de 28 coches en diversas marcas y modelos como; Chevrolet, Hillman, Mercedes, Buick, Cadillac, Impala, Ford T, Bel Air, entre muchos más pueden ser encontrados aquí. Por décadas los encargados se han dedicado a la conservación y adquisición de estas reliquias sobre ruedas, algunas de ellas datan desde los años 1920 hasta la actualidad.

Como lo menciona su anfitrión Leopoldo Lucioni Oviedo, «Todos los autos son especiales, pero cada uno de ellos guarda una historia diferente». Si bien la »Colección Lucioni» representa a su familia, un auto en particular inmortalizó el momento en que sus padres se conocieron. Distinguido por su color turquesa, el Chevrolet año 51, que difícilmente podía ser encendido, despertó el interés de su madre, por lo que su pretendiente sin pensarlo optó por probarlo logrando devolverle la vida al auto, que posteriormente pasó a ser suyo. El transcurso de los años ha marcado algunas imperfecciones en la pintura. Este desgaste no es otra cosa que la cronología de su unión familiar.

«La Colección Lucioni representa a mi familia». Leopoldo Lucioni es parte de la segunda generación de esta familia de coleccionistas. Narra que el amor por los fierros comenzó por parte de su abuelo. Esta costumbre fue adquirida posteriormente por su padre, quien a su vez hizo crecer el amor hacia los coches en todos los miembros. Leopoldo cuida con recelo un Chevrolet Bel Air del año 57, la alegría se desborda cuando el anfitrión describe la belleza del modelo. Él, a pesar del tiempo, lo sigue encontrando fascinante tanto en el interior como en el exterior.

Entre los modelos más antiguos presentes se destaca un Chevrolet Capitol AA del año 1927, meticulosamente restaurado en la ciudad de Arequipa. Lo más notable de este vehículo es su singular cabina, construida enteramente en madera, al igual que sus aros. Además de este ejemplar, la colección cuenta con otros dos automóviles de la misma marca. Es posible que este modelo no haya capturado la imaginación del público en general, sin embargo, su encanto vintage es apreciado en ocasiones especiales, siendo requerido frecuentemente para bodas. Su distinguida elegancia ha acompañado a numerosas novias en el camino hacia el altar.

Réplicas de automóviles de carrera, autos de lujo, deportivos de antaño y modelos poco comunes pueden ser encontrados en este museo, que abre sus puertas todos los fines de semana en el horario de 10:00 de la mañana a 2:00 de la tarde. Para adquirir una entrada pueden ser realizadas desde su cuenta de Instagram como Colección_lucioni.

DATO

Junto con la impresionante exhibición de automóviles, los visitantes tendrán la oportunidad de sumergirse en un viaje a través del tiempo al explorar una variedad de objetos y artefactos que evocan épocas pasadas. Entre estos tesoros se encuentran rocolas, dispensadores de combustible, cajas registradoras, juguetes vintage y áreas de descanso, todo cuidadosamente seleccionado para complementar la temática automovilística de la exposición.