Por: Carlos Meneses

El gobierno y los partidos políticos deben desistir de excluir a los movimientos regionales de postular a gobernaciones y a alcaldías.

Lo que está esperando la ciudadanía del sur del país es que el gobierno busque formas de reducir las diferencias que en el trato se observan en Perú. Es de esperar que lo que se hace en el norte se repita en el sur y en este caso debemos comprometernos a colaborar en el empeño gubernamental de concretar a la máxima brevedad posible el proyecto Majes, sin que eso quiera decir que descuidemos el aliento que a la minería hace el sur.

Se trata de buscar un acuerdo para que la población de Islay colabore con una inversión de alrededor de S/ 1500 millones en la construcción de una represa y en paralelo en el inicio de los trabajos de explotación de Tía María. Para eso es conveniente que no solamente Islay se preocupe del tema también los arequipeños y, especialmente, los políticos de izquierda de esta parte del país que desalentaron la inversión de Southern.

Con los precios que tiene actualmente el cobre en el mundo y la demanda creciente por este mineral es posible conseguir más ingresos para el fisco y para soportar, por ejemplo, medidas decisivas sobre el futuro de la refinería de Talara. Tales actitudes son necesarias para un pueblo al que le espera 2 años más del gobierno de Boluarte, en la esperanza que haya mejores condiciones posibles para un país requerido de inversiones.

También será necesario que se eviten los abusos de poder como el que se aprobó en primera votación que ordena que en el proceso de renovación de autoridades regionales y municipales solo podrán participar aquellos que estén inscritos en partidos políticos nacionales; eso violaría, de ser aprobado en segunda votación, el derecho ciudadano de aglutinarse en movimientos regionales que no tengan relación con los partidos de nivel nacional.