Por: Carlos Meneses

Los alcaldes de Lima y Arequipa, así como el gobernador de la región Ayacucho, Wilfredo Oscorima, son las 3 propuestas solicitadas por grupos ciudadanos en el proceso próximo de revocatoria.

Los titulares de las alcaldías de Lima, Rafael López-Aliaga y Arequipa, Víctor Hugo Rivera Chávez se sorprendieron al ver que, en el primer día de venta de los kits electorales de revocatoria estos fueron adquiridos por quienes quieren verlos fuera de sus correspondientes despachos de conducción ciudadana.

Uno de ellos confronta un problema de salud pública por huelga de 800 trabajadores de limpieza de calle y avenidas. El otro, el de Arequipa, ha sido quejado por incumplimiento de ofrecimientos electorales y también de una renovación constante de gerentes municipales.

Los que desean la salida de López y de Rivera tendrán que reunir firmas equivalentes al 25% del electorado de Lima y de Arequipa para lograr su objetivo. Es difícil, según los entendidos en política, que se dé la revocatoria porque cumplir con el requisito de las rúbricas solo es posible en poblaciones pequeñas, pero no en electorado numeroso. En Lima se requerirían millones de firmas de respaldo y en Arequipa cientos de miles.

En contraste aquí es más fácil obtenerlas en distritos que en algunos casos tienen cientos y no miles de sufragantes.

La situación más incómoda la tiene el titular de Lima por problemas de respaldo interno en Renovación Popular, partido que fundó y dirige y que se ha fraccionado a nivel de bancada en el Congreso, pues 5 parlamentarios que estaban en sus filas lo han abandonado para constituir una bancada independiente de Renovación Popular.

Además, lo han acusado de pretender convertir su grupo político en una monarquía que decide por sí todo lo que se refiere a su quehacer.