Por: Luis Miguel Castilla, Director Ejecutivo, Videnza Instituto

VIDENZA INFORMA

Dentro del mar de anuncios presidenciales, Arequipa ha tenido un lugar prominente en las prioridades gubernamentales. La reciente decisión de transferir la ejecución de Majes Siguas II del Gobierno Regional al Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego representa un avance real luego de años de retrasos. La inversión de S/ 2,400 millones y la incorporación de 38,500 hectáreas hace parte de la estrategia de ampliar la frontera agrícola en 120,000 hectáreas a nivel nacional.

En materia minera, la decisión política de apoyar sin titubeos el reinicio de Tía María representa una necesaria apuesta por retomar proyectos greenfield y poner a prueba la capacidad de lidiar con fuentes de conflictividad social. Más allá de sus indudables beneficios económicos, este proyecto se ha convertido en un emblema de proyecto que cumplió con todos los requisitos formales, pero fue paralizado por motivos políticos. Una gestión exitosa de Tía María podría desatar la materialización de una cartera minera con inversiones de más de USD 5,500 millones solo en Arequipa. Urge complementar estas acciones con la implementación de una estrategia más efectiva para luchar contra el avance de la minería ilegal aurífera que se extiende sin parar por la región. Esto debe empezar por el cierre definitivo del Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo) y la aprobación de un nuevo marco normativo para la minería artesanal y de pequeña escala.

En el eje de reactivación económica del discurso presidencial por Fiestas Patrias, la puesta en marcha de doce proyectos eléctricos dentro del Plan de Transmisión Nacional beneficiará a nueve regiones del país, incluida Arequipa. Este ambicioso plan, que cuenta con una inversión de USD 612 millones, no solo pretende modernizar y expandir las redes de transmisión eléctrica, sino también asegurar un suministro eléctrico más confiable y eficiente que beneficie directamente a aproximadamente siete millones de habitantes en todo el país.

En el eje de infraestructura, se cumplió con la meta de construir 1,350 nuevos kilómetros de redes de distribución de gas natural en beneficio de más de 75,000 nuevos usuarios en diversas regiones, incluida Arequipa. Esta infraestructura busca impulsar el desarrollo industrial y comercial en las regiones beneficiadas, pues facilita que empresas y negocios puedan operar con una fuente de energía más confiable y menos costosa. Por su parte, la propuesta privada de extender la infraestructura de ductos para llevar el gas de Camisea desde Ica hasta Arequipa podría coadyuvar al anhelado desarrollo de la petroquímica y diversificar la economía regional. La próxima publicación del decreto legislativo que facilite los trámites administrativos será clave para habilitar estas inversiones.

En el eje de lucha contra la corrupción, orden público y seguridad destacó la culminación de la implementación del Laboratorio de Criminalística de Nivel I de la ciudad Arequipa. También para 2025 se proyecta la Escuela de Suboficiales de Arequipa, con una inversión aproximada de S/ 20 millones. Además, la región contará con nuevas unidades de flagrancia, que se sumarán a las 11 unidades ya operativas en el país con el fin de fortalecer el sistema de justicia y seguridad. Y el próximo año se iniciaría el proceso de construcción 3,446 unidades de albergue de los establecimientos penitenciarios de Abancay, Arequipa, y Pucallpa, con una inversión de S/ 612 millones.

Por último, en materia de salud, Arequipa se beneficiará de la construcción del nuevo Hospital Goyeneche. Este proyecto es una pieza fundamental del ambicioso “Plan Hospitales Centenarios”, cuyo objetivo es la construcción de 11 nuevos y modernos hospitales especializados a nivel nacional, equipados con tecnología de punta y recursos humanos altamente capacitados.

La concreción de estos anuncios en múltiples sectores no solo requerirá que se asigne las partidas presupuestarias en el proyecto de ley que el Ejecutivo entregará al Congreso a fin de mes, sino procurar una gestión pública eficiente y proba en los tres niveles de gobierno. Desde luego se necesita mayor voluntad política para acompañar los esfuerzos del sector privado por acometer planes de inversión que apuntalen el desarrollo de la región y mejoren el bienestar de los arequipeños.