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Educación ambiental para un Perú en llamas
Por David Auris Villegas
El Montonero
Los más de 333 incendios que hubo en nuestro país, ahora controlados en su mayoría, han cobrado vidas humanas y han arrasado ecosistemas de flora y fauna. Este trágico episodio desnuda nuestra vulnerabilidad y muestra la descomunal incapacidad del Estado para enfrentar con éxito el problema, ante el llanto desolador de miles de personas afectadas.
Oportunamente el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) y otras instituciones alertaron al país sobre los dantescos incendios en Amazonas, Cajamarca, San Martín, Cusco, Huánuco, Amazonas, Huancavelica, Áncash, Apurímac, Ayacucho, Ucayali, Pasco y Lambayeque, que afectaban el ecosistema de nuestro país y de la región. Los factores de este arrasador incendio, como explican los expertos, lo encontramos en el ambiente con temperaturas elevadas, calor, velocidad del viento y abundante bosque seco. Según (Serfor), en el Perú, el 95% de los incendios forestales, son provocados por el hombre, en su afán de habilitar nuevas áreas de producción; y también hay algunos malintencionados que lo hacen para lucrar con las tierras.
El impacto de este megaincendio es devastador. Según los datos, han fallecido veinte personas, y hay más de 150 personas heridas y alrededor de 2,000 personas afectadas. Se han destruido algunos patrimonios arqueológicos y se ha arrasado la flora y fauna con la pérdida de todo tipo de animales, poniendo en riesgo a las especies en peligro de extinción como el oso andino, el ronsoco y el mono choro de cola amarilla. Por último, se ha dañado un territorio más grande que Israel.
Asimismo, los medios de comunicación tienen su cuota de responsabilidad, pues en vez de hacer visible este desastre natural y atraer el apoyo del mundo, muchos de ellos prefirieron enfocarse en las noticias faranduleras. En ese reclamo, se exige al Estado que, a través del Ministerio del Ambiente, debió desplegar una alfabetización ecológica en los lugares donde se conocen las amenazas de incendios, como un acto de prevención.
Para prevenir este flagelo, los expertos sugieren una mayor labor de educación ambiental en las escuelas para generar una conciencia ecológica. Las universidades son las llamadas a plantear líneas de investigación ambiental, y los resultados de esas investigaciones y el uso de nuevas tecnologías (como los drones) ayudarían a los agricultores en el manejo adecuado de las tierras.
Traslademos la educación ambiental desde las aulas al bosque para instituir la alfabetización ecológica y sostenible en la mente de todas las personas.