Chancay: el faro del Pacífico

Por Raúl Mendoza Cánepa

 Mientras se discute la vacancia o no de la presidenta Dina Boluarte, mientras los escándalos a nivel Chibolín, la inseguridad y una fragmentación surrealista del sistema de partidos, nos tapamos el sol. 

Quizás, con Chancay se pueda programar la solución conjunta de algunos temas de seguridad urbana. Los países asiáticos nos pueden dar una mano en seguridad, tecnología de seguimiento preventivo y anticipatorio de patrones de ruta de motos antes que se cometa el crimen, drones auxiliares, sistemas de identificación, patrullas, más policías en bases municipales. No hay libertad sin orden. No se debe temer poner en orden la casa. Singapur es considerado un país seguro, con leyes rigurosas. En 2022, el Índice de Paz Global (IPG) lo clasificó como el país más seguro y pacífico de Asia. El Perú sí puede ser una potencia económica mundial, pero necesitamos escribir un nuevo capítulo de nuestra historia con un buen gobierno de libertad con orden urbano.

No da miedo que haya malos candidatos entre cuarenta o cincuenta, da miedo el pésimo elector que destruye el proyecto de país. Que el Perú esté en APEC 2024 es más que una promesa de integración de alto nivel. La inauguración del megapuerto de Chancay es lo más grande que nos ha pasado desde cuando el virreinato nos permitió ser el centro del sur continental. 

Chancay tendrá un alto impacto económico en producción, empleos, recaudación y exportaciones. Nuestra ruta de la seda, de Chancay a Shanghái y de conexión con toda América del Sur nos ofrece oportunidades de inversión, construcción de infraestructura, ganancias para los agricultores y las pymes, puesta en valor de las propiedades y terrenos; toda la ventaja de nuestra biodiversidad con una salida más fácil y menos costosa al Asia; reducción de costos logísticos de importadores y exportadores.

Actualmente, para llegar de Sudamérica a Asia se tarda entre 35 y 40 días, pero con esta conexión directa se logrará que los buques lleguen en 23 días. El Perú está posicionado como un hub portuario y logístico continental. Chile se la perdió.

Con un calado de 16 metros de profundidad, se podrá recibir buques de carga que pueden llevar más de 20 000 contenedores. Más inversión extranjera y empleo, ensambladoras de vehículos, mayor parque automotor, más infraestructura y un incremento de valor de casas y terrenos de la provincia a entre cinco y diez veces más del valor actual. Ancón podría ser nuestro gran balneario, un eje del turismo, quizás la explosión del negocio de los hoteles y casinos, con ofertas de empleo para más peruanos.

De qué le sirve a un empresario o agroexportador dirigirse a mercados pequeños. El panorama mejora con el Asia, porque es distinto llegar a un territorio habitado por más de la mitad de la población mundial que a una ciudad de pocos consumidores. Allí llegan más del 20% de las exportaciones del mundo. Más mercado, más inversión y más carga nacional movilizable a China y al sudeste asiático (quizás el 40%). Si sumamos que estar en APEC es un privilegio, restarle importancia, sabotearlo o no ser pragmáticos es una magna estolidez.

Leía que Produce calcula que el megapuerto dinamizará la industria del enlatado y congelado pesquero, igual los sectores “alimentos, bebidas, metalmecánica y muebles”. Más de 10 mil empleos directos. El megapuerto desarrollará cadenas de valor en varias industrias y creará un polo de desarrollo en Lima Norte, generando empleo y crecimiento. 

Mientras el oro alcanza su cotización histórica (2 685.74 US$/ozt) y no lo aprovechamos y cuando se nos aparece la promesa del boom dominando los mares, seguimos cazando mariposas sin resolver con dureza los problemas que tengamos ya que resolver. Cuando se trata de la patria, sus contratiempos toman la forma de un asunto de seguridad nacional.

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