Espirulina y economía circular: una propuesta innovadora en crianza de truchas
Por: Dr. Javier Montalvo – Profesor de la Universidad Católica San Pablo
La investigación desarrollada por el grupo de Ciencia y Tecnología Ambiental (CTA) de la Universidad Católica San Pablo (UCSP) tiene como objetivo la producción de espirulina, utilizando los nutrientes presentes en las aguas residuales de la crianza de truchas. Con esta microalga se busca elaborar un alimento fortificado que beneficie a los mismos peces.
Este proyecto de economía circular fue presentado en una ronda de negocios organizada por los investigadores de la UCSP y asociaciones de acuicultores de Lampa, en la región de Puno. La actividad se realizó en el embarcadero Lagunillas, donde los participantes mostraron un notable interés por la investigación. A la cita acudieron representantes de tres asociaciones de acuicultores, del Ministerio de la Producción, de Prociencia del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Concytec) y de la Incubadora de Negocios Kaman de la UCSP.
LOS DESAFÍOS
La reunión permitió identificar los principales desafíos que enfrenta la acuicultura en Puno. Uno de los más críticos es la alta mortalidad de los alevinos (crías recién nacidas de peces), que puede llegar a un 80 % del lote sembrado, sobre todo debido a los cambios de temperatura que ocurren a lo largo del año. Durante los meses de noviembre a enero, las temperaturas elevadas agravan esta situación, provocando un aumento significativo en la mortalidad de los alevinos criados en jaulas flotantes.
Otro problema importante es la presencia de enfermedades en los cuerpos de agua, que afectan la salud de los peces. Además, la falta de profesionales capacitados para diagnosticar y tratar enfermedades es un obstáculo significativo. A esta situación se añade la ausencia de laboratorios cercanos para realizar análisis rápidos y eficientes del agua utilizada en la crianza.
UNA OPORTUNIDAD
Frente a estos desafíos, la investigación de la UCSP ofrece una valiosa oportunidad. No sólo podría mejorar la nutrición de las truchas, sino también hacer que su producción sea más económica y rentable. Los resultados preliminares indican que las truchas alimentadas con espirulina presentan un mejor engorde y alcanzan la etapa juvenil en menos tiempo. Los peces que consumieron este alimento lograron un peso de 250 gramos, alcanzado hasta 18 días antes que aquellos alimentados con nutrientes convencionales.
Aunque los resultados obtenidos hasta ahora son prometedores, los ensayos se encuentran aún en fase de laboratorio. Para avanzar, es necesario probar estos resultados en un entorno real, como una laguna, lo que requerirá la participación activa de los acuicultores en la siguiente fase del proyecto. Esta etapa consistirá en el escalamiento y evaluación final del alimento, para verificar su eficacia y viabilidad comercial.
A partir de esta ronda de negocios, se ha propuesto establecer acuerdos de colaboración entre la UCSP y los acuicultores de Puno, con el objetivo de participar conjuntamente en convocatorias para obtener financiamiento. Esto facilitaría la implementación de pruebas en condiciones reales de cultivo, contribuyendo a la validación y posible comercialización del alimento fortificado.