Por: María Marín

En la lucha constante por encontrar felicidad, llenar vacíos interiores y vencer depresiones o periodos prolongados de melancolía son muchas las explicaciones, las investigaciones y las recomendaciones que surgen para aliviar el espíritu quebrantado de tanta gente alrededor del mundo. Sin embargo, una de las reflexiones mas sabias que existen para entender una de las raíces principales de la infelicidad es: sin ilusiones no hay felicidad. 

Así de simple; cuando te levantas cada día sin ilusiones o motivos, tu cerebro se va apagando y hundiéndote más en ese estado negativo, vacío y poco esperanzador.Y para darse cuenta de cuán cierto es esto, sólo basta con pensar en los momentos más felices que has vivido a lo largo de tu vida. Notarás que uno por uno estaba acompañado por una ilusión; el sueño de convertirte en profesional, casarte, comprar tu primera casita, tener familia, emigrar, viajar por el mundo, volverte a enamorar, bajar de peso o comenzar tu negocio, entre muchísimos mas deseos y metas.

Pero, ¿cómo encontrar nuevas ilusiones cuando se vive en un túnel oscuro, sin aparente salida? Primero tienes que encontrar la luz necesaria para poder encontrar salida  al estado emocional en que te encuentras.

Cuando te sientes desmotivado y sin energía lo más recomendable es comenzar por algo tan accesible como mover tu cuerpo. El ejercicio físico tiene el gran poder de aclarar el cielo más oscuro, hacer crecer semillas de esperanza y hacer posible lo que antes la mente veía imposible. Y no tienes que correr dos millas, ni meterte dos horas en un gimnasio. 

Comienza con algo tan sencillo como caminar 30 minutos cada día, lo cual ayudará a desbloquear tu mente, poner en orden tus pensamientos y producir endorfinas, las hormonas responsables de la felicidad. Te aseguro que en pocas semanas notarás un incremento de energías,  ganas de disfrutar más de la vida y la aparición de nuevas ilusiones.

Comprométete a caminar cada día y encontrarás felicidad.