La preocupación de Biden
Por: Carlos Meneses

Ha causado negativa impresión a los norteamericanos el proyecto chino del puerto de Chancay que están realizando profesionales de la especialidad y que convertirá al Perú en una potencia de embarque y desembarque en el Pacífico.

Sorprendió a la canciller peruana, Ana Cecilia Gervasi, la rápida respuesta del presidente estadounidense, Joe Biden, de aceptar tener una conversación privada con la mandataria Boluarte con respecto a problemas de los dos países y de los acercamientos chinos con el gobierno de Lima.

En realidad, los Estados Unidos se ha inquietado por el proyecto del embarcadero de Chancay que financiarán empresarios chinos que desean convertir un muelle de pescadores en el más grande y de mayor calado de todo el Pacífico. Eso significa una inversión multimillonaria y probablemente desestabilizante de las compañías navieras que están en el lado del Pacífico del Canal de Panamá.

La única noticia que se tenía hasta ahora eran desperfectos por fallas técnicas que se presentaron en los suelos de la actual población urbana y que los técnicos chinos resolvieron rápidamente para no detener el avance de los trabajos.

Este súper puerto, íntegramente financiado y administrado por técnicos chinos, significaría un riesgo para la estabilidad del equilibrio entre los terminales marítimos que controlan los norteamericanos o las naciones del continente, pues se trata de una infraestructura de las más grandes del mundo y en el conflicto de intereses entre las grandes potencias rompe el esquema actualmente existente.

En todo caso, la idea peruana es de que se trate el tema de lo que realmente es: un puerto importante requerido para el desarrollo nacional e internacional de Sudamérica y también una oportunidad de nuevas inversiones que en pesquería podría hacer la República Popular China.

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