Por: Pedro Herrera, economista principal del Consejo Privado de Competitividad

PERÚ COMPETITIVIDAD

Las perspectivas macroeconómicas para el 2025 apuntan a que será otro año de crecimiento para el Perú. Y, aun cuando este al parecer será menor que el del 2024, tendría mayor sustento en fundamentos y menor efecto en medidas de reactivación, o en aspectos coyunturales.

Las proyecciones de crecimiento de diversas entidades nacionales e internacionales para el PBI del 2025 indican que este estará en el rango de 2.4% y 3.0%. El promedio de estas cifras (2.8%) se ubican ligeramente por debajo del 3.1% estimado por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) en el Marco Macroeconómico Multianual (MMM), publicado en agosto de 2024.

Sin embargo, independientemente de las diferencias en las estimaciones, el 2025 iniciará con una mejor base que el año 2024, en el cual tocaba estabilizar el ciclo económico debido la recesión del 2023. Un crecimiento económico de siete meses consecutivos (hacia octubre de 2024), una inflación dentro del rango meta, expectativas empresariales ubicadas en el tramo optimista y el inicio de operaciones del Puerto de Chancay constituyen elementos que le imprimen un punto de partida auspicioso al 2025.

A diferencia de lo evidenciado en el primer trimestre 2024, en el cual el mercado laboral formal privado registró tasas negativas de crecimiento del empleo (-0.3%), ahora se cuenta con niveles que superan el 3.0% al tercer trimestre 2024. Además, en el sector agropecuario, en setiembre de 2024 el empleo formal volvió a crecer luego de 13 meses de estar en terreno negativo, generándose cerca de 71 000 puestos de trabajos adicionales. Esto no se veía desde agosto de 2023.

La tasa de interés de referencia en el 2025 partirá de una base más baja. Actualmente, la tasa de interés se encuentra en 5.0% pero su nivel a inicios del año fue de 6.5%. Esta reducción podría generar menores tasas de interés en el sistema financiero en los primeros meses del 2025. Con una morosidad por créditos de consumo que se ha venido reduciendo en el 2024 (enero: 4.0% versus octubre 3.5%), la banca podría estar incentivada a colocar una mayor cantidad de créditos, lo cual impactaría en el consumo y en la demanda agregada.

El crecimiento económico del 2025 sería apuntalado por el incremento de la inversión privada de 3.0% según el MMM – MEF. Las adjudicaciones de APP y de proyectos en activos en el presente año alcanzaron un monto elevado ascendente a US$ 5070 millones a agosto, más del doble de lo adjudicado en el 2023 (US$ 2332 millones). En cuanto al consumo privado, las estimaciones oficiales proyectan un crecimiento similar al de 2024 (3.0%), sin embargo, este tendría mayor base dado que no estaría apoyado en medidas coyunturales, como los retiros de fondos de las AFP, por ejemplo.

Los buenos vientos para la economía peruana para el 2025 podrían verse enrarecidos por diversos riesgos en el plano externo e interno. En el plano interno, el elevado déficit fiscal, que según el Banco Central de Reserva cerrará en 3.3% en 2024, es la principal fuente de inestabilidad macroeconómica. Además, el escenario preelectoral podría dotar de una cuota de incertidumbre a las expectativas empresariales sobre todo a partir del segundo semestre. En el plano externo, el mayor riesgo se relaciona con el cambio de gobierno en Estados Unidos, y con ello la posibilidad de una guerra comercial con China. Esto podría afectar la demanda agregada peruana debido a menores exportaciones netas, impactando así en un menor crecimiento.