En la calle Santa Catalina siempre se escucha hablar francés
Por: Danna Felipe B.
Arequipa y Francia por siglos han tenido un cariño muy especial.
Este es el último año de Florian Ebri en Arequipa. Será reasignado tras culminar su periodo como director de la Alianza Francesa. Recuerda cuando le informaron que vendría. “Ah, es la ciudad del volcán enorme y blanca”, nos confió con una sonrisa. Como la va a extrañar.

Un joven Florian vino por primera a Arequipa. Tenía el cabello largo y llevaba una gran mochila en la espalda. Como les pasa a muchos franceses él se quedó más tiempo del planeado. Literalmente los grandes recuerdos memorables se forjaban de la nada. En una ciudad como esta es inevitable.
“En un distrito me quede charlando un montón con un grupo de abuelitos, mientras compartíamos no sé qué trago. Muy amables”, nos cuenta anecdóticamente.
Ebri vive en Yanahuara y acostumbra llegar al trabajo a pie. Pasar por “su maravilloso puente Grau”. Rara es la vez que aborda un vehículo.
“Mi oficina da a la calle Santa Catalina y si abro la ventana por lo menos una vez al día voy a escuchar los sonidos de mi idioma. Capto la entonación y el ritmo. Es como un radar francés. Pocas veces me equivoco. Además, es un montón de franceses que visitan Arequipa”.
Atraídos principalmente, según él, por la belleza y la gastronomía de la ciudad. “Descansar y comer bien”. El no tener un punto de llegada; solamente dejarse llevar por el momento y perderse en sus calles y callejones.
Es verdad que después de visitar la ciudad muchos franceses se quedaron a residir. “Hay franceses que ya tienen su vida aquí es imposible para ellos pensar en volver a su país o irse a Lima menos”.
Florian sabe que el arequipeño está re orgulloso de su tierra. Puede entender el porqué. Él también atesora su pasaporte arequipeño. Pero, a su vez ha notado que los locales tienen interés por aprender el idioma y la cultura francesa. Arequipa se encuentra en el top 20 a escala mundial.

“He visto una dedicación increíble. En seis meses ya tienen nivel para irse a estudiar a Francia o trabajar en Canadá”
