Comedores populares: una oportunidad de desarrollo

Por Isabel Alvarez C. Fotos: Zintia Fernández L.

SE CREARON PARA APOYAR EN ZONAS VULNERABLES

Desde hace más de veinte años, los comedores populares han sido un apoyo para personas de escasos recursos económicos. En los últimos años, las socias y socios han ido innovando en cuanto a la preparación de alimentos. Hoy están listos para dar un paso más y emprender sus propios negocios.

Mientras Amparo deja listo el refresco y empieza a preparar el ají, Rosmery empieza a freír las chuletas. A un costado está listo el chupe de camarones y en el horno aguarda el pastel de papa y el de tallarín. Todo está casi listo en el comedor popular Las Flores, el cual no solo es un apoyo para quienes más lo necesitan, también se ha convertido en una oportunidad de desarrollo para sus socias.

Minutos antes de la 12, empiezan a llegar los comensales, vecinos, obreros y adultos mayores, algunos se quedan a comer en el pequeño local alquilado, en el sector de Semi Rural Pachacútec, Cerro Colorado, y otros llegan con sus recipientes para llevarse el almuerzo a sus casas. Uno de ellos es Genoveva, una mujer de 65 años que vive a una cuadra del comedor.

Genoveva, viuda desde hace cuatro años, acude casi a diario al comedor porque lo poco que gana independientemente criando algunos animalitos -no cuenta con una pensión- no le alcanza para comprar un menú de 10 soles o más que es lo que cuesta en un restaurante. Cuenta que, cuando no le alcanza el dinero, las socias la llaman y le invitan el almuerzo. “Yo me he quedado sola, solo tengo mis animales, el comedor es una gran ayuda, una bendición”, nos dice después de despedirse de las socias.

Rosmery Ponce, coordinadora de los 43 comedores populares que hay en Cerro Colorado, estima que hay alrededor de cien personas a quienes les dan menú gratis cuando lo necesitan. El costo del menú bordea entre los 7 u 8 soles, incluye una entrada, un plato de fondo y refresco.

Las 15 socias que integran el comedor Las Flores se turnan para cocinar de lunes a viernes. En las tardes dejan algunas cosas preparadas y al día siguiente empiezan su labor al promediar las 7:30 de la mañana. Esta vez les tocó a Rosmery y Amparo alistar el menú. Junto a ellas está Saturnino Calcina, un socio activo que ayuda en todo lo que puede. Normalmente se encarga del traslado de los alimentos y brinda el servicio de movilidad cuando se necesita.

Este comedor no siempre estuvo ubicado en este sector del distrito cerreño, inicialmente estuvo en un barrio llamado Las Flores, después en el sector Pampa la Estrella Las Canteras y luego en Alto Libertad.

Estos cambios pasan cuando las socias ya no pueden hacerse cargo del comedor, por diversos motivos, entonces, a veces, son los mismos vecinos los que buscan y gestionan otro lugar. La idea es que no se pierda este apoyo. En este caso, la reubicación se dio durante la pandemia, cuenta Rosmery.

Adultos mayores son los más beneficiados.

CLUB DE EMPRENDIMIENTO

Los comedores populares, antes de ser denominados así, muchos de ellos fueron clubes de madres. En la margen derecha de Cerro Colorado, el sector de Ballón Farfán, Ubaldina Tancallo recuerda que era 1995, aproximadamente, cuando se creó el club de madres en el lugar, para ese entonces ya existía el programa Vaso de Leche.

Este grupo de mujeres recibían apoyo de alguna organización, les enseñaban a tejer, bordar y les donaban alimentos que preparaban para compartir entre todas las integrantes. Las madres organizadas realizaban gestiones para conseguir apoyo y años después pasaron a ser el comedor popular Nuevo Amanecer.

Los comedores populares forman parte del Programa de Complementación Alimentaria, a través del cual reciben alimentos de parte las municipalidades provinciales. En Arequipa, les distribuyen arroz, menestras, conserva de jurel y aceite. Adicionalmente, reciben dos vales FISE para la compra de gas. El resto de los productos que utilizan para preparar el menú lo compran con los ingresos que generan de la venta de menú, cuyo costo, como mencionamos líneas arriba, es menor al de un restaurante regular.

Las capacitaciones que han recibido les ha ayudado a gestionar mejor sus recursos, incluso ahora, pueden darse el “lujo” de preparar platos de ‘picanterías’ como rocoto relleno, chupe de camarones, entre otros.

Rosmery Ponce siempre dedicó tiempo a la labor social.

Rosmery espera que el Gobierno siga fomentando charlas y capacitaciones. Recientemente, se habló de que los comedores puedan participar en un evento gastronómico. Esperan que pronto se concretice la iniciativa.

Pero la visión de las socias va más allá. Rosmery espera que los socios de los comedores puedan formar, con el tiempo, sus microempresas en el rubro gastronómico.

De hecho, en 2018 se aprobó la Ley N° 30790, ley que promueve a los comedores populares como unidades de emprendimiento para la producción, ello con el fin de fomentar el trabajo productivo de sus beneficiarios.

La norma señala que los gobiernos locales deben suscribir convenios de cooperación en favor de los comedores para brindar asistencia técnica para la sostenibilidad de los mismos, así como para dictar «capacitaciones para el empleo y el emprendimiento de los asociados y beneficiarios, de acuerdo a la línea de interés de sus integrantes».

Esto no significaría la desaparición de los comedores populares, precisa Rosmery, estos simplemente se trasladarían a otros sectores, donde nuevas socias continuarían con esta labor social.

El comedor Nuevo Amanecer funciona desde hace más de 20 años.

En 1991, a través de la Ley N° 25307, se declara de prioritario interés nacional la labor que realizan los Clubes de Madres, Comités de Vaso de Leche, Comedores Populares Autogestionados y demás organizaciones sociales de base. Actualmente, se estima que son unos 3 mil beneficiarios de los comedores de Cerro Colorado, los cuales están integrados por hombres y mujeres.

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