Raquel y sus cochas: La dulzura de una tradición que persiste

Por: Daniela Santander R.

Más de 30 años elaborando cochas y preservando un legado en riesgo de desaparecer.

Al caminar por los portales de la plaza de Armas, todos alguna vez nos hemos topado con esta dama con sombrero y falda larga. En sus manos lleva una bandeja con dulces blancos como el sillar, quizás asemejando nuestra icónica arquitectura. Esta dama se llama Raquel y desde hace 30 años se dedica a la elaboración artesanal de cochas, un sabor que se ha vuelto parte del centro histórico.

La plaza y alrededores siempre serán el hogar de Raquel y de sus sabrosas cochas. Cuando no está por los portales, sube a la cuadra de General Morán. Además de que vive a menos de 10 minutos de la plaza. Los días para ella son tranquilos y gratificantes porque se dedica a lo que ama. El fin de su faena es cuando ya no le quedan más golosinas y emprende su camino a casa.

Raquel se levanta alrededor de las 6 de la mañana a cocinar el almuerzo para su familia, atendiendo a las labores domésticas y posteriormente empieza con la elaboración de los dulces tradicionales. Todo lo hace con calma y disfrutando de cada paso de lo que conlleva una mañana para tan agradable mujer. Recuerda que Anteriormente trabajaba en un centro comercial pero los horarios estrictos y las jornadas laborales pesadas no eran para ella.

La plaza de Armas es el lugar de trabajo de Raquel.

Tiempo atrás los dulces eran vendidos en el mercado San Camilo por su hermana mayor, pero en cierto momento decidió venderlos por la Plaza de Armas. A partir de ello, Raquel optó por ayudar y posteriormente suceder a su hermana en esta labor. La libertad y la satisfacción que elaborar estos manjares le produce, son la razón del porqué ahora día a día sale a venderlas.

A pesar de los años de tradición que trae este dulce, la verdad es que su producción ha bajado considerablemente; a partir de la pandemia que azotó la ciudad y el mundo, algunas de las personas que se dedicaban a la preparación de este manjar, fallecieron. Y aunque actualmente en Semana Santa hay una gran producción de cochas, no siguen lo tradicional al ser estas de colores y de consistencia diferente.

Las cochas vienen de las “melcochas” de Tacna, con la diferencia de la presentación que las melcochas vienen en forma larga. En cuanto a la preparación, Raquel usa azúcar rubia, agua, zumo de limón. Todos los ingredientes se mezclan en una piedra de mármol agregando maní y castaña, para posteriormente ser golpeados con un cuchillo afilado y quedar en los trocitos que conocemos. Sus productos son netamente naturales sin añadir colorantes ni preservantes ya que arruinarían su sabor característico y agradable.

Es cierto que poco a poco el consumo de este dulce tradicional se va perdiendo, y Raquel vendría siendo la única que elabora las cochas artesanales durante todo el año. A pesar de la lenta desaparición de estas golosinas, ella mantiene la esperanza de que más personas puedan disfrutarlas. Siempre se la verá trabajando alegre, saludando amablemente a todos los visitantes. Después de todo, quien crea con sus manos algo tan dulce, lleva también una especial dulzura en el alma.

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