Por: Juan Palo R.

La actual gestión quiere ser más agresiva y efectiva en su administración a través de los gerentes y subgerentes de la Municipalidad Provincial de Arequipa. Es decir, «si hay cambios, se dan de acuerdo a los resultados que exige el señor alcalde (Víctor Hugo Rivera), mientras que otros piden su retiro», afirmó el gerente municipal Pablo Salinas.

Agregó que siempre es bueno «oxigenar» en las gestiones públicas y, además, es positivo contar con los aportes de nuevos funcionarios, al tiempo que afirmó que nadie es inamovible en la comuna provincial.

Cabe recordar que recientemente se presentaron cinco cambios con la finalidad de “optimizar la calidad y desempeño de los funcionarios”. Bladimiro López Vera fue designado como el nuevo gerente de Servicios al Ciudadano, mientras que Freddy Rolando Basurco Mamani asumió la subgerencia de Saneamiento, Salubridad y Salud.

En tanto, Agapito Molina Noya ocupa el cargo de subgerente de Circulación y Educación Vial, y Junni Salazar es el nuevo subgerente de Control y Recaudación Tributaria. Finalmente, Yasmini Amelia Chuquitaype Saravia asumió el cargo de asesora de la Procuraduría Pública Municipal. Todos tomaron posesión de sus cargos el pasado 4 de febrero.

AUMENTO DE SUELDOS

Por otra parte, el gerente municipal de la MPA, Pablo Salinas Valencia, tras anunciar un incremento de 500 soles mensuales a los subgerentes desde este mes, mencionó que iniciarán una negociación colectiva con los trabajadores sindicalizados, quienes tienen un tratamiento paritario.

Trascendió que los trabajadores establecieron un incremento en sus remuneraciones de 700 soles mensuales; sin embargo, llegarían a un acuerdo de unos 300 soles, que se cristalizaría desde julio, para los más de mil trabajadores sindicalizados que laboran en la Municipalidad Provincial de Arequipa.

Cabe recordar que semanas atrás, el alcalde de Arequipa, Víctor Hugo Rivera Chávez, indicó que los aumentos serían desde febrero; sin embargo, se supo que los trabajadores municipales sindicalizados tienen un régimen diferente al de los funcionarios de confianza.