Por: Carlos Meneses

No solo hay que tener aviones adecuados para las exigencias de emergencia sino mejorar los aeropuertos que sirven a los vuelos comerciales.

El ministro de Defensa, Walter Astudillo, ha reactivado gestiones para conseguir un incremento en la flota de la Fuerza Aérea del Perú (FAP) ahora que ha quedado en evidencia que requerimos de más naves para atender a un país en apuros.

Es cada vez más clara la urgencia de renovación de las unidades que nos pueden servir para detectar a tiempo las necesidades de la población, así como para estimar el uso de recursos adecuados y suficientes para asistir a la ciudadanía que está en dificultades.

La propia presidenta de la República acude al recurso para ver desde el aire cómo están los ríos y las quebradas en todo el país. Así como las demandas de helicópteros que puedan trasladar la ayuda que se necesite en los casos de incendios forestales o de auxilio para los ciudadanos.

Hace corto tiempo se habló del tema y de la posibilidad de adquirir este tipo de naves, sin conocer la situación que hoy confrontamos y que ha perjudicado el sistema de puentes y carreteras en toda la República.

Lo que definitivamente es cierto es que no estamos para invertir el dinero en más aviones de guerra sino en lo que urge para la situación que confrontan los organismos de apoyo a la aviación civil, también será necesario que se revise el trabajo que se presta en los aeropuertos que no están debidamente equipados y modernizados, por ello suspenden la salida y llegada de vuelos dejando en suspenso los viajes de turistas extranjeros y nacionales.