Caymeños disfrutaron el carnaval loncco 2025

MÚSICA, COLOR Y ALEGRIA

Ayer, se realizó el Carnaval Loncco Caymeño 2025. Niños, jóvenes y adultos disfrutaron de esta fiesta,  además de danzas, música en vivo con comparsas que fueron el deleite de la población. La actividad está a cargo de la Municipalidad de Cayma.

Esta es una de las fiestas más grandes y tradicionales de Cayma, festejada desde antaño (aprox. año 1700) con una peculiaridad propia de este pueblo. En Cayma, antiguo asentamiento preinca, donde las costumbres se mezclaron con la tradición de la colonia, se mantuvo la tradición de cantar y bailar.

Domingo Zamácola, refería, (1778) que los pobladores de «Caima, eran muy apegados a las fiestas costumbristas, cantaban coplas y vestían ropa extravagante (adefesios) y es que le llamaban así al peculiar traje que usaban los pobladores de esta zona.

Mientras en la ciudad a inicios de los años 1920, se daba con lujo la batalla de las flores en un vistoso Corso, con fiestas de máscaras y antifaces, en los distritos, se acentuaba la tradición de las bifalas, con las coplas más encendidas y jocosas.

El poblador caymeño campesino, chacarero, conocido como loncco, fortalecía su economía, además de los juegos de carnaval hacía carreras de caballos y peleas de toros en miércoles de ceniza. Las comparsas salían de Carmen Alto, Acequia Alta, San Jacinto y se dirigían a la Plaza principal.

El loncco toma una acepción, no es sólo el chacarero tosco del campo, es el nuevo forjador de la Arequipa, es el dueño de la economía y del progreso, así como el que mantiene la tradición de lo añejo, las corridas de toros y la devoción religiosa.

El carnaval une a los pobladores de todas las condiciones económicas y sociales, en trajes de colores y máscaras que solidarizan la festividad. Las coplas se cantan de generación en generación. Son familias, que se forjaron en la tierra y sus nombres están en el vocabulario de sus pobladores.

LOS JUEVES DE COMPADRES Y COMADRES

Se realiza un jueves antes de Carnavales en alguna casa de compadres, tomando la chicha de güiñapo y el anisado y los característicos loritos y mote y para darle más alegría a esas reuniones se daba oídos a los yaravíes, pampeñas y sobre todo los tradicionales carnavales que nacían de las vihuelas (guitarras) acompañado de un baulin (mandolina) mirando al cielo para ver si llovía, cuando esto ocurría se decía que las comadres era unas débiles, lloronas que sufrirían todo el año. A los ocho días se daba paso al de comadres, estos tenían que pedir al cielo que no llueva para no pensar que ellos eran lloronas y débiles

PASCANAS

Las comparsas o también llamadas pandillas se reunían en alguna de las casas para cantar y alegrar a la familia y al barrio, llevaban serpentinas en el cuello, las caras pintadas con colores y espolvoreados. Sus guitarras las adornaban con globos de colores. En retribución el dueño de casa les brindaban almuerzos como el pepián de cuy con sango, el tradicional ají de lacayote, loritos y otros platos típicos arequipeños. Las picanterías se preparaban con anticipación.

El carnaval en Cayma a través del siglo XX se conservaba, pero fue en 1980 que grupos de jóvenes de Acequia Alta le dieron un nuevo impulso a esta fiesta inclusive familias enteras se sumaron a esta iniciativa, entre ellos Jorge Vilca, Lorenzo Bedregal, Juan Guillen Barriga, Delford Cárdenas, Coco Vivanco, Torito Muñoz, entre otros personajes que crean, cantan y tocan instrumentos de cuerda. Muchos de ellos son autodidactas, nacieron con la música en sus venas.

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