ALONSO CANO, NOTABLE PINTOR ESPAÑOL

Por Julio Lopera Quintanilla (*)

Alonso Cano Almanza es un gran pintor, escultor y arquitecto español del periodo Barroco. Ejerció gran influencia artística en Andalucía y en Castilla, particularmente en Madrid. Este admirable pintor es considerado el fundador de la escuela granadina de pintura.

Cano pintó en la primera etapa del desarrollo de su arte bajo la influencia del Manierismo. Su etapa sevillana se rigió por  los cánones del tenebrismo que se derivó del Caravaggio. En 1640, estando en Madrid, al servicio del rey Felipe IV asimiló en la colección de cuadros del Palacio del Buen Retiro las técnicas de la pintura flamenca y veneciana del siglo XVI. Su obra guarda cierta similitud con la obra de Van Dick.    

Alonso Cano nació en Granada el 19 de marzo de 1601. Recibió el sacramento del bautismo el mismo día en la iglesia de San Idelfonso de la ciudad de la Alhambra. Sus progenitores fueron manchegos. Miguel Cano, su padre, era natural de Almodóvar del Río y su madre María Almansa provenía de Villarobledo. El matrimonio se instaló en Granada y Miguel Cano se dedicó a trabajar en dicha ciudad como ensamblador de retablos y sillerías de coro y sagrarios.

Estando de paso por Granada, el conocido pintor Juan del Castillo, quien conocía a la familia Cano, visitó la casa del joven Alonso; en dicha ocasión el maestro advirtió el gran talento del vástago de los Canos y sugirió al padre del muchacho que lo lleve a Sevilla para que inicie su formación como pintor.

En 1614, Miguel Cano con los suyos enrumbó a la capital hispalense  y se instaló en la calle Carreteros del sevillano barrio de Triana. El padre de familia prosperó mucho laboralmente realizando diversos encargos en las provincias de Sevilla, Huelva y Cádiz.

Entre 1614 y 1616 el joven Alonso Cano aprendió en el taller de su padre a dibujar patrones y platillajes para sillerías, tabernáculos y retablos adornados con motivos de origen clásico. 

El 17 de agosto de 1616, Miguel Cano firmó un contrato con Francisco Pacheco, pintor que tenía una vasta cultura artística y literaria, además de buenas relaciones dentro de las altas esferas sociales y políticas de Madrid para que enseñara a su hijo el arte de la pintura, debiendo Pacheco proporcionar alimentación, vestido y vivienda a cambio de la prestación de diversos servicios. Antonio Palomino, pintor y escritor contemporáneo de Cano y de Diego Velázquez, refiere en la biografía de Alonso Cano que  éste, después de estar en el taller de Pacheco durante ocho meses, pasó al atelier de Juan del Castillo  y luego al de Francisco Herrera, el viejo.

El año 1620, el joven Alonso iniciaba su andar por el mundo del arte y lo hizo ejecutando obras muy notables: Jesús atado a la columna (Mezquita catedral de Córdoba, 1620 – 1624), San Juan Evangelista (Antigua colección Castel, Barcelona 1624), San Francisco de Borja (Museo de Bellas Artes de Sevilla, 1624), Santa María Magdalena de Pazzi (Museo de Bellas Artes de Sevilla, 1628) Estas obras, anunciaban ya, la producción de quien sería un pintor excepcional.

Hacía 1625, Alonso Cano contrajo matrimonio con una viuda, mujer muy virtuosa e inteligente llamada María Figueroa por la que tuvo un cariño entrañable. María lo acompañó hasta que falleció en 1627. No tuvieron hijos. Más tarde, se casaría nuevamente con María Magdalena Uceda Pinto de León, una niña de 13 años de edad.

El 12 de enero de 1626, consta en documentos que Alonso Cano había pasado la evaluación que lo acreditaba como maestro pintor. El granadino, además, de ser un gran pintor fue también arquitecto y un artista que aprendió apreciando las obras del palacio de los duques de Alcalá el arte de la escultura.

Cano ejecutó diversas obras por encargó para varios clientes e instituciones hasta que le llegó la hora de entrar por la puerta grande,  cuando fue convocado a trabajar en la Corte Real de Madrid por el conde duque de Olivares, el valido de Felipe IV, por sugerencia del  mismísimo Diego Velázquez. Alonso Cano, sería también profesor de dibujo del príncipe Baltazar Carlos.  

La década que va de 1630 a 1640 es una de sus etapas más productivas de la vida profesional de Alonso Cano, en esta época ejecutó cuadros que tienen un sitial en la Historia del Arte Universal: Dos cuadros de Tobías (Colección Bonilla, Jaén, España, 1630 – 1634), Jesús atado a la columna (Puerta del sagrario del retablo mayor de la iglesia de Santa María la Blanca, Sevilla, 1631), Visión de San Juan (Colección Wallace, Londres, 1635 – 1637), Visión de Dios (Museo Ringling; Sarasota, Estados Unidos, 1635 – 1637), Virgen de Belén (Catedral de Sevilla, 1635 – 1636), Ánimas del Purgatorio ( Museo de Artes de Sevilla, 1636), Virgen de Belén (Museo de Jaén, Copia de  la Virgen de Belén de la catedral de Sevilla, 1636 – 1637), Virgen de Belén (Museo del Hermitage de San Petersburgo, Rusia, copia), Cristo de la Humildad (Iglesia de San Ginés, Madrid, 1636 – 1637) Juno, (Museo del Prado, 1638 – 1651) sobre esas piezas se han llenado muchas páginas de la Historia del Arte. 

También ejecutó entre 1639 y 1640, 16 retratos imaginarios de varios reyes de la España medieval  para el Salón dorado del Alcázar de Madrid. En el incendió del palacio se quemaron todos salvo dos cuadros: Un rey y Dos reyes de España. Ambos en el madrileñísimo Museo del Prado. Después, el maestro, ejecutó otras admirables piezas: La flagelación de Jesús (Convento del Santísimo Cristo de la Victoria de Serradilla, provincia de Cáceres, España, 1652), cabecera de la catedral de Granada, 1652 – 1654), La Virgen con el  Niño  o  Virgen del Lucero (Museo del Prado, Madrid,1645 – 1652), Inmaculada Concepción (Museo Sacro Diocesano de Alava, País Vasco, 1648), Cristo muerto sostenido por un ángel (Museo del Prado de Madrid, 1650), El rey de los visigodos (Museo del Prado, Madrid,1650), San Bernardo y la Virgen (Museo del Prado, Madrid, 1650), Virgen de San Benito del globo y los tres ángeles (Museo del Prado, Madrid, 1658 – 1660), San Jerónimo penitente (Museo del Prado, Madrid, 1660) Visión de San Antonio de Padua (Museo del Prado, Madrid,1662) entre otras obras geniales y de infinito valor que han elevado al maestro haciendo del mismo una de las principales figuras del arte español y universal.

En 1644, la esposa del maestro fue asesinada, al parecer el pintor le dio muerte al descubrir que ésta le había sido infiel con otro hombre, posiblemente un pintor italiano que el maestro Cano había cobijado en su propia casa. Por este crimen, fue arrestado, pero nunca se declaró culpable.

En 1652, Alonso Cano quien durante muchos años estuvo envuelto en pleitos y hasta en algunos duelos, buscó en Dios paz y calma para su alma, se ordenó sacerdote en Granada y después de su ordenación, contando con una prebenda en la catedral de Granada se estableció en el moruno barrio del Albaicín.  Desde esa época se dedicó a la oración y a ministerio sacerdotal en la catedral  hasta el final de sus días.

Cano murió en la pobreza extrema a la edad de 66 años un 3 de setiembre de 1667. Su obra influyó muchísimo en la pintura granadina y en todo el oriente de Andalucía en la segunda mitad del siglo XVI. Alonso Cano, representa un punto aparte dentro de la Pintura del Siglo de Oro Español y es una de las figuras más importantes de la Historia del Arte Universal. ¡Celebremos al gran Alonso Cano!

(*) Centro Cultural Unsa.

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