Profesemos con el ejemplo y obtendremos una sociedad más humana.

Redacción Diario El Pueblo

Mamá y papá tienen demasiadas cosas que hacer todos los días. Ser padres es una tarea difícil y cuando no se tiene experiencia alguna, es aún peor. Hay errores en el rol formador y muchos te dirán que hacen lo mejor que pueden. En algunos casos es la purísima verdad. Sin embargo, eso no significa que esa capacidad no pueda mejorar.

El psicólogo Jorge Flores recordó a los padres que los niños hacen lo que ven. Ahora bien, actualmente no solo replican acciones del mundo real, sino también aquellas visualizadas en el espacio virtual. Están sobreestimulados. “Hoy en día nos llegamos a burlar de todo. No hay límites. Todo se puede normalizar”, lamentó. Los niños son tremendamente influenciables. Entonces hay que tener mucho cuidado con aquello a lo que los exponemos.

Los padres no deben olvidar que, pese a todo, siguen siendo los principales guías de sus hijos. El camino depende de ellos. “A veces se ponen a la defensiva, asumiendo que el colegio tiene que hacer tal o cual cosa. El colegio puede ayudar, pero la principal formación siempre va a estar en el hogar”. Todo en sí se puede resumir en una sola frase: Educar con el ejemplo.

“Hay padres que son poco conscientes del impacto que tienen para con sus hijos. Dan poco valor a lo que dicen. ‘Yo te digo esto, pero a la hora termino haciendo algo distinto’. Eso genera en los niños disonancia cognitiva”.

Se puede entender que los ajetreos del día dificulten el rol formador que los padres deben tener con sus hijos. Hay quienes lo hacen de manera superficial o reaccionan recién cuando ya hay problemas. Lo que se busca es todo lo contrario. Es mucho mejor la instalación de una cultura preventiva en el hogar, que los niños puedan aprenderla para alcanzar la edad adulta más responsable consigo mismos y con la sociedad.

Flores Chávez recomendó a mamá y papá atenderse individualmente, sin olvidar que son seres humanos y que nadie nace sabiendo. Conocer dónde están y hacia dónde quieren ir. Identificar sus necesidades y dificultades. Darse tiempos de calidad consigo mismos y con sus hijos. Cuidar su salud mental.

«Orienten a sus hijos, estemos pendientes, seamos un buen modelo para ellos. No basta con las cosas que digamos, sino también con las que hagamos. Profesemos con el ejemplo para insertarlos en una sociedad mejor, con respeto y empatía”, finalizó.