Silencio de cardenales

Por: Carlos Meneses

El silencio es oportuno en vísperas del cónclave del 7 de mayo. Qué Dios ilumine a los cardenales en el acierto de elección.

Los 131 cardenales que el 7 de mayo iniciarán el cónclave para elegir al nuevo papa en remplazo de Francisco, han adoptado una actitud prudente y oportuna para no crear alrededor de la búsqueda del humo blanco un clima de zozobra al interior de la Iglesia sacudida por la infausta noticia del deceso del santo padre.

Se ha ordenado silencio y no hacer comentarios que puedan resultar inconvenientes en un momento como el que se vive, hasta ahora solo dos cardenales han sido separados del cónclave por haberse declarado enfermos y son motivo de preocupación médica.

Mientras tanto, no se habla de los cardenales “papables” ni de tendencias dentro de la Iglesia para ver si se mantienen expectativas sobre política futura del máximo gobernante de 1 400 millones de católicos.

Como la posibilidad de un retorno de los conservadores que existen y, por otro lado, hay también deseos de mantener la renovación que impuso el papa argentino y que en mayoría no contrarió los deseos de quienes pasan hambre y quieren una Iglesia renovada, capaz de satisfacer al mundo. El silencio es una fórmula prudente de quienes en mayoría fueron designados cardenales por el papa recién muerto.

En tal condición están 112 de los cardenales que el 7 de mayo iniciarán el cónclave y de los que se espera que en los días siguientes, al 7, tomarán una decisión no solamente inteligente sino, además, favorable a los deseos de una Iglesia renovada, deseosa de dar tranquilidad y paz en todo el mundo.

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