Ingrid Carpio: cuando la maternidad y la política se abrazan con fuerza

Ser madre y hacer política es posible. Ingrid Carpio lo demuestra cada día. Con más de una década en la vida pública y tres hijos pequeños —de nueve, cuatro y dos años— ha convertido la maternidad en una fuente de energía y convicción.

Por Rocío Velazco C. Fotos: Jorge Esquivel Z.

«Mi día empieza antes de las cinco de la mañana”, cuenta, mientras coordina entre reuniones técnicas, visitas a asociaciones de vivienda y las actividades escolares de sus hijos. “No separo mi rol de madre de mi labor pública. Ambos se alimentan entre sí y me han ayudado a ser mejor persona”, sostiene.

A sus 39 años, Ingrid, abogada de profesión, simboliza compromiso con Arequipa, empatía, vocación de servicio y amor a su familia. “Mi vida la paso tanto en oficinas municipales como en cocinas y cuartos de juegos. “A veces el tiempo parece insuficiente, pero cada momento vivido me fortalece”, dice la concejal de la MPA.

LEGADO FAMILIAR Y MATERNIDAD COMO MOTOR

Hija de Pedro Carpio, Ingrid lleva el servicio público en la sangre, pero ha sabido imprimirle su propia mirada: una mirada de madre. “Mi padre me enseñó que la política era para servir. Mi madre, Natividad Pérez, me enseñó a cuidar, a organizar, a resistir. Hoy, ambos valores se funden en mi trabajo”.

Ingrid reconoce que abrirse paso en un entorno político tradicionalmente machista no fue fácil. “Primero me cuestionaban por ser mujer, luego por ser madre. Como si criar hijos me restara capacidad. Pero ser madre me ha dado una fuerza que antes no conocía”, subraya.

JORNADA CON DOBLE CORAZÓN

Las jornadas de Ingrid están marcadas por el compromiso y el cariño. “Muchas veces salgo cuando mis hijos duermen y regreso cuando ya se han dormido otra vez. Pero me esfuerzo por estar presente. Si hay una actuación escolar o un recreo libre, ahí trato de estar”.

Esa entrega no es solo individual. Con su esposo, ha formado una dupla que comparte la crianza y las responsabilidades del hogar. “No podría hacerlo sola. Él es mi compañero, y criamos juntos a nuestros hijos como un equipo. Esa es la base de todo”, agregó en la comodidad de su casa, dónde dialogó con periodistas de El Pueblo.

Distribuye su tiempo entre la política y su familia.

MADRE QUE INSPIRA

Ingrid afirma con convicción: “Soy madre antes que política. Y eso es una de mis mayores fortalezas”. No lo dice desde la romantización del sacrificio, sino desde el reconocimiento de que la maternidad enseña liderazgo, empatía y resiliencia.

Este Día de la Madre la encuentra, como siempre, en acción. Pero también más consciente que nunca del legado que quiere dejar. “A mis hijos les enseño que ser madre no es una traba. Es un impulso. Y que el servicio a los demás, hecho con amor, también transforma vidas”, acotó mientras sus pequeños (Matías, Pedro y Catalina) juegan en el jardín de su hogar.

Ingrid sueña con una Arequipa donde más mujeres —y madres— estén al mando. “No por cuota, sino por capacidad. Porque sabemos liderar, cuidar y construir. Lo hacemos en casa todos los días. Ahora nos toca hacerlo desde la política”, resaltó.

Familia de la abogada Ingrid Carpio.

Su mensaje para las jóvenes es claro: “No dejen que les digan que no pueden. Ser madre no es una limitación, es una motivación. La política necesita más de esa energía real y transformadora”.

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