El valor humano detrás de la gestión pública

Por Claudia Ruíz Canchapoma

REFLEXIONES

En un país como el Perú, donde los retos sociales, económicos y políticos son constantes, el rol de los servidores públicos se vuelve esencial. Ellos no solo ejecutan políticas y proyectos, no solo garantizan que los servicios básicos lleguen a la ciudadanía. Su trabajo es mucho más que una tarea administrativa: son el motor detrás del funcionamiento del Estado.

En la actualidad, el sector público enfrenta desafíos significativos que afectan tanto la percepción ciudadana como la eficacia de los servicios del Estado. Sin embargo, detrás de cada trámite, programa o atención hay miles de servidores públicos que con vocación sostienen el funcionamiento del país. Por ello es importante reconocer su labor y recordar que, incluso en contextos adversos, su trabajo es clave para el fortalecimiento de las instituciones.

Si bien es cierto que el sector público se encuentra bajo escrutinio debido a problemas estructurales como la ineficiencia o casos de corrupción; sería un error reducir toda la función pública a esos casos. Existen miles de servidores públicos que trabajan con un compromiso real por el país. Son profesionales que, desde sus respectivas entidades, hacen posible que los servicios lleguen a la ciudadanía. Su trabajo sostenido, muchas veces silencioso, es el que mantiene en pie a gran parte del aparato estatal.

Lo que verdaderamente distingue a muchos servidores públicos es su profunda vocación de servicio. No trabajan en busca de privilegios ni beneficios personales, sino movidos por la convicción de aportar al bien común. Enfrentan diariamente un sistema complejo: trabas burocráticas, recursos limitados, y condiciones laborales poco favorables. Aun así se mantienen firmes en su compromiso, porque entienden que su labor tiene un impacto real en la vida de las personas.

Es fundamental que, como sociedad, se aprenda a reconocer el trabajo de aquellos servidores públicos que con esfuerzo y dedicación buscan siempre mejorar los servicios que ofrecen a la ciudadanía. No basta con conmemorar una fecha, sino que debemos reflexionar sobre cómo fortalecer y apoyar a los servidores públicos que luchan por hacer las cosas bien. Brindarles las condiciones adecuadas para que puedan desarrollar su labor de manera más eficiente es tan importante como reconocer el valor de su trabajo.

En el Día del Servidor Público no solo debemos recordar la labor de quienes desempeñan funciones en el Estado, sino también reflexionar sobre cómo mejorar el sistema público. La vocación y el compromiso de aquellos que siguen adelante, a pesar de las dificultades, son clave para el progreso del país. Reconocer su esfuerzo es el primer paso hacia la transformación del sector público, porque son ellos quienes, con su dedicación, construyen una nación más justa y equitativa para todos.

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