OCDE: caída en tasas de vacunación y baja inversión pública en salud

Se requiere voluntad política para reforzar el sector salud.

Frederico Guanais, subdirector de la División de Salud de la OCDE, advirtió que Perú tiene el segundo nivel más alto de mortalidad prevenible en países evaluados. El exministro de Salud Óscar Ugarte explicó que dicho sector está en crisis.

Guanais expuso los resultados del último estudio que realizó su institución respecto al sistema de salud de nuestro país.

En este documento advierten que Perú tiene actualmente el segundo nivel más alto de mortalidad prevenible dentro del grupo de países evaluados por la OCDE, solo por encima de México. Es decir, «en Perú, fallecen muchas más personas a causa de enfermedades que podrían haberse prevenido mediante intervenciones efectivas de salud pública».

En esa línea, Guanais indicó que «esto refleja deficiencias tanto en la prevención como en el acceso a una atención médica efectiva y oportuna”. Además, advirtió de una caída sostenida en la cobertura de vacunación a nivel nacional en los últimos dos decenios, particularmente en la inmunización infantil contra enfermedades como el sarampión, la difteria, el tétanos, la tos ferina, y la polio.

«Estamos viendo brotes de tos ferina en el norte del país. Esto debería alarmarnos”, aseveró.

El estudio de la OCDE indica que, en el 2000, «la cobertura inmunitaria contra el sarampión, la difteria, el tétanos y la tos ferina, y la poliomielitis se situaba por encima del 90 % de su población objetivo, mientras que las últimas estimaciones para 2022 indicaban una cobertura del 74 % en el caso del sarampión y del 82 % en el de la difteria, el tétanos y la tos ferina».

Asimismo, Guanais señaló que el gasto público en salud de nuestro país sigue siendo bajo en comparación a otras naciones. En 2022, Perú destinó solo el 6 % de su PBI a dicho sector, por debajo de países como Chile (10 %), Colombia (7,6 %) y Costa Rica (7,2 %), y lejos de la media de la OCDE (9 %). “Invertir más, pero también invertir mejor, es indispensable para que el sistema sea más resiliente”, acotó a RPP.

Ante estas cifras, el exministro de Salud Óscar Ugarte indicó que nuestro país ha tenido avances importantes, como el promedio de la esperanza de vida y la reducción de la tasa de mortalidad infantil y la desnutrición crónica. No obstante, refirió que estos son «logros en el largo plazo» y que el «problema es en el corto plazo».

«Lo que se señala, por ejemplo, es un gasto insuficiente en salud, pero eso es decisión política. Es decir, se puede incrementar el gasto si el Ejecutivo amplía el presupuesto y el Congreso se lo aprueba. Es pura decisión política, si el presidente quiere priorizar salud. Y cuando se ha necesitado, se ha priorizado y se ha incrementado durante la pandemia. Se incrementó en 50 % el financiamiento público en salud», señaló.

«Entonces, en el corto plazo, digamos, en los últimos años, en los últimos 5 años, tenemos un financiamiento insuficiente. Si bien es cierto que antes también faltaba, pero se estaba creciendo; ahora se ha detenido ese crecimiento presupuestal. También, por ejemplo, las bajas coberturas de inmunizaciones, que es una de las cosas que ha señalado. Tenemos que, por causa de la pandemia, se bajó a 50 % de lo que estábamos en el 90 % de cobertura en niños menores de 1 año, con vacunas completas. Ahora se está recuperando, llegó a setenta y tantos, pero seguimos con bajas coberturas», agregó.

En ese sentido, Ugarte consideró que nuestro país se encuentra en una crisis de salud pública y que se requiere ampliar las coberturas de vacunación y mejorar la atención en el primer nivel. 

«Ahí donde están las debilidades, donde hay bajas coberturas, hay que incrementar las coberturas. No se trata de decir ‘los padres de familia no llevan a los hijos y que no sé cuánto’. No es responsabilidad de los padres familia. En primer lugar, es de las autoridades que tienen que hacer campañas de información, motivación, multiplicar los recursos humanos para llevar las vacunaciones a todo lo largo y ancho del país, sobre todo a las zonas más vulnerables, porque, por ejemplo, estos casos de tos convulsiva o tos ferina, como se la denomina, de los más de 600 casos que ya hay en lo que va del año, más de 400, o sea el 75 %, están en la selva, en provincias como Datem del Marañón, en Loreto y otras donde no se ha llegado, pese a los esfuerzos seguramente que se vienen haciendo», explicó. 

«Entonces, sí hay que hacer y una estrategia fundamental, que es de todos conocida, es fortalecer el primer nivel de atención, porque es ahí en el primer nivel de atención dónde se vacuna, dónde se controla los vectores del dengue, dónde se hace el trabajo para prevenir la malaria, la fiebre amarilla, etcétera», añadió.

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