Por Jorge Turpo R.

La minera, que opera en la zona desde hace cinco décadas, asegura que los alumnos serán reubicados, pero los pobladores temen perder un espacio educativo clave.

.A PESAR DE PROTESTA DE PADRES DE FAMILIA

La Compañía de Minas Buenaventura confirmó el cierre definitivo de la Institución Educativa Fiscalizada N° 41505 en Orcopampa, distrito ubicado en la provincia arequipeña de Castilla, donde la empresa explota oro desde hace más de 50 años.

El anuncio, que se hará efectivo a fines de este año escolar, ha generado rechazo entre los padres de familia, quienes realizaron una protesta para evitar la clausura del colegio.

La medida implica el traslado de los estudiantes a otros centros educativos del distrito, según informó la minera mediante un comunicado.

Buenaventura señaló que ofrecerá “facilidades” para este proceso, que se ejecutará “con orden y la debida planificación”, en coordinación con las familias, docentes y la Unidad de Gestión Educativa Local (UGEL).

El colegio fiscalizado fue construido en 1972 para atender a los hijos de los trabajadores mineros.

Durante décadas funcionó como una institución paralela al sistema público, sostenida con recursos de la empresa privada.

Sin embargo, Buenaventura justifica su cierre señalando que la oferta educativa en Orcopampa ha mejorado desde entonces y que ahora existen otras alternativas para los alumnos.

“Buscamos que la población estudiantil del colegio fiscalizado se inserte en la oferta educativa del distrito, la cual era casi inexistente cuando dicha escuela fue construida, situación que ahora ha cambiado por completo”, declaró la compañía.

No todos en Orcopampa comparten esa visión. Padres de familia, preocupados por la continuidad educativa de sus hijos y por la posible saturación de las otras escuelas, realizaron una protesta en la localidad para exigir que la institución no cierre.

“No nos han consultado. El colegio funciona bien, y ahora quieren cerrarlo sin saber dónde irán nuestros hijos”, dijo uno de los padres.

Buenaventura ha informado que donará el mobiliario del colegio 41505 y continuará con las mejoras en la infraestructura de los otros tres colegios públicos de la zona.

Además, destacó que el traslado permitiría que los estudiantes postulen en el futuro a los Colegios de Alto Rendimiento (COAR), algo que no era posible al pertenecer a una institución privada fiscalizada.

La decisión de cerrar la escuela se produce en medio de un proceso más amplio de transición en Orcopampa, donde la empresa ha comenzado a reducir su actividad extractiva y a replantear su presencia social.

Para muchos pobladores, el colegio fiscalizado no es solo un centro educativo, sino un símbolo de la época en la que la minera asumía compromisos más directos con la comunidad.