Lo que más demanda la gente es la puesta en funcionamiento del hospital de Cotahuasi.

Redacción Diario El Pueblo

Aun cuando realizaron una “marcha de sacrificio” bajo la lluvia el año pasado y estén planeando una segunda para 2025, lo más probable es que los habitantes de la provincia de La Unión no recibirán ninguna gran obra por parte del gobernador Rohel Sánchez, quien está a un año y medio de la culminación de su gobierno. “Está difícil”, afirmó Nila Roncalla, consejera por La Unión. El hospital de Cotahuasi, el túnel entre Pampamarca y Huaynacotas, y la vía Tomepampa-Alca-Puyca siguen siendo obras que el ejecutivo regional todavía no reinicia.

El hospital Cotahuasi no está ni en la etapa de elaboración de expediente de saldo de obra, o sea en determinar qué falta. La actual paralización vulnera el derecho a la salud de toda la provincia, pues se trata de su primer nosocomio. Por mientras, su establecimiento de salud de más alta categoría funciona en espacios no construidos para la atención de pacientes. Así que, ante las evidentes brechas, el traslado a Castilla y a la provincia capital es recurrente.

“Cuando los niños y adultos se enferman de gravedad, van a Aplao (distrito de la provincia de Castilla) o Arequipa. En el camino han muerto algunos”, detalló la consejera, quien a estas alturas solo va a exigir a Rohel Sánchez dejar el expediente técnico de saldo de obra aprobado. La puesta en funcionamiento del sanatorio es complicada, ya que, si el gobernador no puede garantizar el presupuesto para Maritza Campos Díaz y Camaná, menos aún para Cotahuasi y Chala, ambos en etapa de diagnóstico.

El túnel entre Pampamarca y Huaynacotas, y la vía Tomepampa-Alca-Puyca son obras que también estaban dentro de los pedidos de la primera marcha de sacrificio y que, al igual que el hospital, al momento están paralizadas.