“Construyamos confianza y recuperemos el futuro”

Especialista en diseño publicitario, marketing y estrategia, Alicia Barco Andrade.
Alicia Barco Andrade es especialista en diseño publicitario, marketing y estrategia, y docente dinámica emprendedora, un nuevo rostro joven de la política peruana.
Una nueva agenda política debe atender, como prioridades, la seguridad, la educación, la salud y el trabajo. De lo contrario, estaremos al borde del colapso, porque los problemas se han agudizado en los últimos cinco años, sostuvo Alicia Barco Andrade, candidata a la vicepresidencia y al Parlamento por el Partido Popular Cristiano (PPC).
Agregó: “He pasado mi carrera construyendo marcas y estrategias basadas en escuchar al otro. Hoy pongo esa experiencia al servicio de una sola causa: escuchar al sur. Entiendo su resentimiento, porque la indiferencia es la forma más dolorosa del desprecio. No vengo a pedir su confianza, vengo a proponerles que la construyamos juntos, con hechos, con presencia y con un compromiso que no terminará el día de la elección. Mi misión es que el sur deje de ser un anexo en el plan de gobierno y se convierta en el motor del desarrollo nacional”.
TRABAJO
El trabajo lo considera un pilar fundamental. Afirmó: “Nos hablan de cifras de empleo, pero no nos hablan de la calidad. La realidad es que más de 12 millones de peruanos trabajan en la informalidad (MTPE, 2025). Siete de cada diez familias peruanas dependen de un trabajo sin seguro de salud, sin vacaciones, sin CTS, sin derecho a una pensión. Mi compromiso no es solo con el empleo, es con el empleo digno”.
Barco señala que aunque la tasa de desempleo nacional pueda parecer baja, con un 5.5 % (INEI, primer trimestre 2025), esta cifra esconde una realidad más dura en nuestras ciudades, donde el desempleo llega al 6.3 %. Miles de jóvenes con estudios no encuentran oportunidades y se ven forzados a la informalidad o a trabajos que no se corresponden con su esfuerzo.
“Recuperar el futuro” apela a la esperanza y a una visión a largo plazo. No promete soluciones mágicas, sino un proceso de construcción conjunta basado en la confianza, el pilar fundamental que se ha roto y que su perfil como experta puede ayudar a restaurar.
El Estado es un mal ejemplo, precisa. “La informalidad empieza en casa. El propio Estado peruano ha presupuestado más de 5 750 millones de soles para contratar personal por locación de servicios en 2025, un 25 % más que el año anterior. Es inaceptable que el gobierno promueva un sistema laboral precario que le niega derechos a sus propios trabajadores”, sostuvo.
SEGURIDAD
Es necesario recuperar la tranquilidad, y se debe empezar por nuestro barrio. “La delincuencia ha escalado a un nivel intolerable. En lo que va del año (junio de 2025), el Perú ya registra más de 960 homicidios, un 20 % más que el año pasado. Cada día, seis familias son destruidas por la violencia letal. No podemos permitir que el sicariato y el crimen organizado nos roben la paz” (Infobae, 2025).
Además, “no es solo una sensación. Ocho de cada diez peruanos (85 %) se sienten desprotegidos, con el temor constante de ser la próxima víctima de la delincuencia (Prosegur). Y el 80 % de la ciudadanía cree que el gobierno no tiene una estrategia efectiva para combatir este flagelo (Encuesta, abril 2025). La gente tiene miedo, y con razón”.
SALUD
Sobre este sector, Alicia Barco Andrade dijo que “el sistema de salud está fallando a quienes más lo necesitan. Tres de cada diez peruanos con diabetes y cuatro de cada diez con hipertensión no reciben tratamiento, a pesar de tener un diagnóstico (ComexPerú, 2024). Dejarlos a su suerte es una condena silenciosa que debemos detener”.
“Se nos promete modernidad, pero el presupuesto de salud para 2025 revela la cruda realidad: mientras se destinan millones a grandes hospitales, solo el 0.6 % de la inversión se dirige a los establecimientos de primer nivel de atención (postas y centros de salud), que son la primera línea de defensa para las familias. La salud empieza en el barrio, no en la burocracia hospitalaria”, argumentó.
Agregó que “la necesidad de hospitales es innegable. La falta de infraestructura es tan grande que el gobierno planea adjudicar proyectos por más de 1 500 millones de dólares en los próximos años. Pero, ¿de qué sirven los edificios si no tenemos un sistema de gestión eficiente que garantice citas, medicinas y atención oportuna para todos?”
EDUCACIÓN
En cuanto a educación, otro pilar fundamental, sostuvo, es preparar a los hijos para el futuro, no para el pasado.
Los datos de PISA son una herramienta poderosa para hablar de calidad y futuro. “Estamos estafando a nuestros hijos con una educación que no les da las herramientas para competir. Los resultados de la última prueba PISA son un llamado de emergencia: solo el 34 % de nuestros estudiantes de 15 años alcanzan el nivel básico en matemáticas, muy por debajo del promedio de 69 % de la OCDE. No estamos construyendo futuro, estamos administrando la mediocridad”, alertó.
“El sistema expulsa a nuestros jóvenes. Apenas tres de cada diez jóvenes peruanos logran pasar del colegio a la educación superior (universitaria o técnica) (SENAJU, 2024). Dejamos a la gran mayoría sin un camino claro, a merced de la informalidad”, añadió.
Además, sobre la brecha entre zonas rurales y urbanas, dijo que “la calidad de la educación no puede depender de tu código postal. Los resultados PISA muestran una brecha inmensa entre el rendimiento de los estudiantes de zonas urbanas y rurales. Si a esto le sumamos la brecha digital, que impide el acceso a herramientas modernas, estamos condenando a la mitad del país a una educación de segunda clase”.
RENDICIÓN DE CUENTAS
Finalmente, la joven candidata a la vicepresidencia y al Parlamento por el Partido Popular Cristiano (PPC) señaló: “Cuentas claras, confianza larga”. La corrupción es un tema central de la frustración ciudadana.
“La corrupción nos pasa factura a todos. En el Índice de Percepción de la Corrupción de 2024, el Perú ha caído al puesto 127 de 180 países, obteniendo uno de nuestros peores puntajes históricos (31 sobre 100). Hemos retrocedido más de una década en la lucha por la transparencia”. (Fuente: Transparencia Internacional).
Asimismo, “lejos de mejorar, el problema empeora. Solo en el primer semestre de 2024, los casos de corrupción en trámite se incrementaron en un 9 %. Y son los gobiernos locales, la autoridad más cercana al ciudadano, los que lideran este vergonzoso ranking”. (Fuente: Defensoría del Pueblo).

El costo real de la corrupción, “cada punto porcentual que baja la corrupción podría significar miles de millones más para obras. Se estima que la corrupción le cuesta al Perú más de 24 mil millones de soles al año. Imaginen cuántos hospitales, colegios y comisarías podríamos construir con el dinero que hoy se va al bolsillo de unos pocos”, concluyó.