FBC Melgar se hizo autogol y no ganó al colero

No hay forma de hacer buen fútbol y ganar los partidos. Se acabó el crédito del entrenador Walter Ribonetto. El hincha exige un nuevo comando técnico y por lo menos tres refuerzos de buen nivel. Ayer anotó Kenji Cabrera, pero un autogol del argentino Leonel González malogró la tarde en Chongoyape.
La historia es repetida. Se vieron las mismas escenas en otros partidos y no hubo corrección. El FBC Melgar es ese equipo que inicia jugando bien, dominando al rival y haciéndose dueño de la pelota. Hace los goles, se pone en ventaja, pero luego se cae. El entrenador y los jugadores no encontraron la forma de levantarse y por eso perdieron puntos que hoy los ponen en cuarto lugar.
No sorprende que ayer hayan sido protagonistas los jugadores extranjeros en el mediocre empate de 1-1 ante el colero Juan Pablo II. Desubicado, Leonel González metió la pelota en su propio arco luego de un venenoso centro del rival. No es el culpable del resultado, pero se reconoce que en lo que va del torneo su rendimiento ha sido bastante flojo.
La reacción fue buena en busca de la victoria urgente para sumar tres puntos más en el acumulado. Sin embargo, en ataque estaba Lautaro Guzmán, quien falló solo frente al portero Vega. Bajo nivel y la demostración, una vez más, de que los refuerzos no dan la talla.
De ahí para adelante siempre las ganas, solo ganas, no fútbol, como para lograr la victoria ante un rival que en el papel era menos. Hoy Melgar no le puede ganar a nadie. Walter Ribonetto pensó que con delanteros frescos podía mejorar el ataque. Sin embargo, Liza, Cuesta y Barreda no encontraron a un medio campo que los alimente, más el cansancio e imprecisión, toda jugada terminaba en nada.
Juan Pablo II es un equipo que está en la cola del torneo porque no merece estar en primera división. Es otro más del montón que, con el amparo de Agustín Lozano, solo busca salvar la categoría a toda costa. Para el cuadro amarillo el empate es como una victoria. Por eso es que el empate duele más en los rojinegros, al frente no hubo un rival de fuste.
El crédito del entrenador argentino se acabó. No hay justificación de favorecimiento de los árbitros a otros equipos o decisiones que manda la federación. Melgar no encuentra fútbol y por eso no gana el Apertura.
La directiva está a tiempo de hacer cambios urgentes si es que desea clasificar a la Copa Libertadores o tentar la tercera estrella. La solución desde afuera, en la boca del hincha, es nuevo comando técnico y tres refuerzos de buen nivel.