Alarmante aumento del consumo de drogas en jóvenes de Arequipa

Por: Daniela Santander R.

Debilitamiento de los vínculos familiares y negligencia emocional son factores que predisponen una adicción.

En Arequipa se ha notado un aumento progresivo en el consumo de sustancias psicoactivas, especialmente entre adolescentes y jóvenes. Así lo afirma el psicólogo clínico Ronald Choque Vera, especialista en evaluación neuropsicológica, psicoterapia, tratamiento de adicciones y servidor público en el hospital Honorio Delgado.

“Este fenómeno se ha acentuado en los últimos años debido a diversos factores, como la mayor disponibilidad de drogas, la normalización del consumo en ciertos contextos sociales, el debilitamiento de los vínculos familiares, y la falta de programas preventivos sostenidos. A su vez, tras la pandemia, muchos jóvenes presentaron secuelas emocionales como ansiedad, depresión o aislamiento, lo que ha facilitado la búsqueda de sustancias como mecanismo de afrontamiento”, explica.

La marihuana y la cocaína son actualmente las drogas más consumidas por los jóvenes arequipeños. Según Choque Vera, esto se debe a su relativa facilidad de acceso, bajo costo en comparación con otras drogas, y su presencia es sostenida en redes de microcomercialización que operan incluso cerca de instituciones educativas.

Advierten de mayor disponibilidad de drogas.

En el caso de la marihuana, hay una percepción de bajo riesgo entre los jóvenes, reforzada por discursos globales sobre su uso recreativo o medicinal. La cocaína, por su parte, es buscada muchas veces por jóvenes en contextos de fiesta o trabajo nocturno, debido a su efecto estimulante y a la falsa creencia de que mejora el rendimiento o la sociabilidad.

Entre los factores que predisponen a los jóvenes al consumo, el especialista detalla “negligencia emocional, violencia intrafamiliar, ausencia de figuras protectoras, o falta de comunicación efectiva. Baja autoestima, trastornos afectivos no tratados como depresión o ansiedad, impulsividad, búsqueda de aceptación o evasión del malestar emocional. Desde el entorno social, la presión de grupo, desocupación, pobreza, y exposición temprana al consumo en el entorno inmediato. También es preocupante la creciente normalización del consumo recreativo en redes sociales y medios de comunicación, donde se asocia el uso de sustancias con éxito, diversión o libertad.”

EN ZONAS RURALES

Sobre las diferencias entre las zonas urbanas y rurales de Arequipa, el especialista señala que en las zonas urbanas el consumo suele estar vinculado al contexto recreativo, laboral o académico, y hay mayor acceso a distintas sustancias. En las zonas rurales, aunque el consumo es más bajo en términos generales, ha ido en aumento, especialmente entre jóvenes migrantes o aquellos expuestos a contextos de pobreza y desprotección.

El entorno familiar, social y educativo tienen un rol decisivo en la prevención o el desarrollo de adicciones. “Una familia que brinda contención, afecto, límites claros y supervisión, da factores claves para bien. A nivel social, comunidades cohesionadas que promueven actividades culturales, deportivas sanas o de liderazgo juvenil ayudan a reducir el riesgo. En el entorno educativo, los docentes y psicólogos escolares pueden identificar señales de riesgo tempranas, por lo que se debe fomentar y reforzar las habilidades para la vida, y generar espacios de escucha y orientación”, afirma.

Existen varios factores que predisponen a los jóvenes al consumo.

Los efectos psicológicos del consumo frecuente de estas sustancias son serios. El uso frecuente puede generar dependencia, ansiedad, irritabilidad, paranoia, insomnio, y alteraciones cognitivas como impulsividad y dificultades atencionales. En algunos casos, puede inducir trastornos psicóticos o agravar condiciones preexistentes. Esto con respecto a la cocaína.

En cuanto a la marihuana, indica que su consumo crónico en adolescentes puede generar disminución de la memoria, apatía, menor rendimiento académico, trastornos del estado de ánimo y riesgo de desarrollar esquizofrenia en personas vulnerables. A nivel emocional, también puede inducir estados de desmotivación o retraimiento social.

En grados muy avanzados de adicciones ambas sustancias están relacionadas a conductas delictivas en los jóvenes, como mecanismo de sostenimiento de su consumo. En el interior del hogar también ocurre, ya que el consumidor llega a hurtar dinero y objetos de la casa para seguir comprando drogas lo que representa el riesgo más importante para toda la comunidad

Entorno familiar, social y educativo juegan un rol importante.

Por su parte, el capitán PNP Renato Delgado Añamuro, jefe del área Antidrogas de Arequipa, confirma que en la ciudad las drogas más comunes son la pasta básica de cocaína y la marihuana. Agrega que sustancias como el éxtasis y los hongos alucinógenos, antes concentradas principalmente en Lima, han comenzado a llegar a la región en los últimos tiempos. Los puntos de mayor comercio de drogas se concentran en distritos como Miraflores, Mariano Melgar y en el centro histórico, en calles como Víctor Lira y Alto de la Luna.

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