Arequipa se posicionó en tercer lugar en la producción de oro
Por Jorge Turpo R.
La tercera posición en el ranking de oro es una oportunidad para reforzar su perfil como región minera diversificada, no solo dominada por el cobre, sino también con un peso importante en la producción de metales preciosos.
A NIVEL NACIONAL CRECIÓ 7 %
La minería aurífera peruana cerró junio de 2025 con un repunte alentador. Según el más reciente reporte Estadístico Minero del Ministerio de Energía y Minas (Minem), la producción nacional de oro alcanzó los 8 894 296 gramos finos, lo que significó un crecimiento intermensual de 10.4 % y un aumento interanual de 7.0 % respecto al mismo mes de 2024, cuando se reportaron 8 310 720 gramos finos.
Sin embargo, más allá de las cifras globales, el dato que resalta para el sur del país es que Arequipa se ubicó en el tercer lugar nacional en producción de oro, consolidando su rol estratégico dentro del mapa aurífero del Perú.
AREQUIPA ENTRE LAS REGIONES LÍDERES
El informe detalla que La Libertad concentró el 27.9 % del total nacional de producción de oro en junio, seguida por Cajamarca con el 24.0 %, y Arequipa en el tercer puesto con 22.3 %.
Entre las tres regiones explicaron el 74.3 % de la producción nacional, confirmando la alta concentración de la actividad aurífera en estos territorios.
Para Arequipa, este posicionamiento no es un hecho aislado. En los últimos años, las operaciones mineras asentadas en la región, vinculadas a la extracción aurífera de pequeña y mediana minería, han sostenido la presencia del departamento en los rankings mineros nacionales.
Aunque Arequipa es más reconocida por su producción de cobre, en el caso del oro se consolida como un actor de peso.
Pese al desempeño positivo de junio, el balance del primer semestre no fue tan favorable. Entre enero y junio de 2025, la producción nacional de oro sumó 51 148 976 gramos finos, lo que representó una caída de 4.4 % respecto al mismo periodo del año pasado (53 498 121 gramos finos).
La contracción respondió a ajustes operativos y menores extracciones en varias unidades mineras, especialmente en los primeros meses del año.
En este contexto, el desafío para Arequipa y el resto de las regiones productoras, según el Minem, será sostener el repunte logrado en junio y revertir la tendencia negativa del acumulado.
El comportamiento del oro en los mercados internacionales, impulsado por su condición de activo refugio en tiempos de incertidumbre geopolítica y financiera, ofrece un contexto favorable, pero la capacidad de las operaciones mineras locales será clave para aprovecharlo.
CONTEXTO MINERO
El reporte del Minem no solo pone énfasis en el oro. En junio también crecieron otros metales: zinc (+27.6 %), plata (+3.9 %), plomo (+9.6 %) y cobre (+7.1 %) en comparación con junio de 2024. En contraste, se registraron caídas en el hierro (-98.3 %) y en el molibdeno (-23.9 %).
En términos de inversión, el sector minero acumuló US$ 2 306 millones en el primer semestre, un crecimiento de 7.2 % frente al mismo periodo del año anterior, mientras que las exportaciones minero-metálicas alcanzaron US$ 21 286 millones, un incremento de 16.3 % impulsado por los precios internacionales.
El repunte de la producción de oro y otros metales se refleja también en la transferencia de recursos a las regiones.
Según el Minem, el canon, regalías y derechos de vigencia y penalidad superaron los S/ 8 340 millones en el primer semestre. Para Arequipa, tercera en producción de oro y una de las principales en cobre y molibdeno, estas cifras son relevantes porque fortalecen la recaudación regional y la posibilidad de inversión en infraestructura, educación y servicios.

No obstante, la historia reciente muestra que la capacidad de ejecución de los gobiernos locales y regionales aún es un reto pendiente. Los ingresos que provienen de la minería suelen enfrentar retrasos en su utilización o problemas de gestión, lo que limita el impacto real en la calidad de vida de la población.
El crecimiento de la producción aurífera en junio ofrece un respiro al sector, pero el reto está en consolidar una tendencia sostenida que permita al país cerrar el 2025 con resultados positivos, después de un inicio de año marcado por caídas.
La minería sigue siendo uno de los motores económicos más importantes del Perú.
En el caso del oro, su comportamiento en los próximos meses será decisivo no solo para la macroeconomía nacional, sino también para regiones como Arequipa, donde el brillo del metal se traduce en ingresos, empleo y la posibilidad de transformar esa riqueza en desarrollo sostenible.
