«Loncheras» dan un trato inhumano e inseguro a los pasajeros
Arequipeños no merecen viajar así.
Redacción Diario El Pueblo
Arnaldo Pinto, presidente de la empresa Etrabus, perteneciente al SIT, no concuerda en que las “loncheras” sean un mal necesario. Son un mal y punto. Más para quienes las usan. Explica que están pagando el doble por un servicio en el cual no son lo más importante. En las partes altas de Mariano Melgar se afirma que los vehículos grandes no tienen cobertura en su totalidad. Sin embargo, al igual que otras empresas, ellos se defienden diciendo que no es justo circular por vías inadecuadas. Además, pese a que el servicio se ha ampliado hasta arriba, muchas personas siguen fomentando la micromovilidad. Entonces, se exige, pero no se usa. Los formales no entienden.
“No es un mal necesario. La mayor parte son muchachos que no tienen licencia de conducir, son menores de edad, no cuentan con el SOAT respectivo, no pagan ningún céntimo a la carta fianza”, aseveró.
Entonces, el único perjudicado es el ciudadano, que no cae en cuenta de las condiciones en las que es transportado. Un gran número puede afirmar que llega más rápido a su destino, y no es algo que busquemos desmentir. Sin embargo, ¿en qué condiciones? En una ciudad, esa micromovilidad ya no debería existir. Es una completa falta de respeto viajar así. La intención no es culpar completamente al ciudadano. Es la Municipalidad Provincial de Arequipa la principal gestora del transporte público. Su función es trabajar de la mano con las empresas.
No obstante, también es importante precisar que pueblos exigen transporte, se les dota y siguen sosteniendo el servicio informal. Eso causa que los formales sean víctimas de la baja o la nula rentabilidad. Entonces, “Muchos de los transportistas quieren vender sus unidades porque es más rentable manejar un vehículo pequeño. ¿Qué va a suceder? Que, en vez de mejorar, Arequipa se va a convertir en un caos total”, alertó Pinto. Asimismo, pueblos exigen que los grandes vehículos circulen sobre tierra y piedras. Se concluye que tiene que haber coherencia con las demandas.
