Mayoría de víctimas de hostigamiento son mujeres jóvenes entre 18 y 30 años

Gerenta regional de Trabajo, Catherine Rodríguez.

El hostigamiento en centros de trabajo continúa siendo un problema serio en Arequipa. Según datos de la Gerencia Regional de Trabajo y Promoción del Empleo, durante el 2024 se presentaron alrededor de 250 denuncias formales por acoso laboral. La mayor parte de las víctimas fueron mujeres —214 casos—, mientras que en 30 oportunidades los afectados fueron varones.

Los registros corresponden a la oficina Trabaja sin acoso, creada el año pasado para atender este tipo de situaciones. El análisis revela que los agresores fueron en su mayoría hombres: 231 denunciados frente a 13 mujeres. El patrón más recurrente se da en relaciones jerárquicas, es decir, jefes hacia subordinados, con 175 reportes; en cambio, los conflictos entre compañeros de igual nivel sumaron 60.

Un rasgo preocupante es que las principales afectadas son personas jóvenes, de entre 18 y 30 años, en muchos casos ingresando a su primer empleo. Esto refleja la vulnerabilidad de quienes recién se insertan en el mercado laboral, señaló la gerenta regional, Catherine Rodríguez.

Además de las denuncias, la oficina recibió más de 6 300 consultas y pedidos de orientación desde su apertura. Rodríguez explicó que la cifra muestra que existe un número mayor de trabajadores que, si bien no formalizan un reclamo, buscan información y acompañamiento para enfrentar el hostigamiento.

En paralelo, la Gerencia de Trabajo promovió campañas de sensibilización y capacitaciones masivas. Solo en 2024 se realizaron 2 936 talleres en instituciones públicas y privadas, además de espacios comunitarios. Este año ya se superó el millar de jornadas. Varias empresas privadas también solicitaron asesoría directa para implementar protocolos internos de prevención.

La funcionaria recalcó que aún queda por consolidar mecanismos estandarizados en todos los centros de trabajo. “Queremos que cada institución tenga lineamientos claros y eficaces contra el acoso laboral. La experiencia de Arequipa podría replicarse en otras regiones del país, porque este problema no solo vulnera a las víctimas, también impacta en la productividad y clima organizacional”, manifestó Rodríguez.

El desafío, agregó, es sostener la política de prevención y lograr que más trabajadores denuncien los casos sin temor a represalias.

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