Jefe nacional del INEI llegará a Arequipa el 22 de septiembre para abordar el problema territorial.

RESPONSABILIZAN AL GOBIERNO REGIONAL

El conflicto limítrofe entre los distritos de Acarí y Bella Unión, en la provincia de Caravelí, escaló a nivel nacional y obligó a suspender el desarrollo del IV Censo de Comunidades Indígenas, XIII de Población y VIII de Vivienda en ambas jurisdicciones.

El alcalde de Acarí, Alejandro Lava Alva, junto con integrantes del Comité de Defensa Territorial, viajaron a Lima para reunirse con representantes de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM). Allí expuso la disputa por la jurisdicción de cinco anexos: Malco, Machaynioc, Huarato, Otapara y parte de El Molino, zonas con actividad agrícola y minera que, según Acarí, históricamente le han pertenecido.

“Ellos son acarinos y no desean pertenecer a ningún otro distrito”, señaló la dirigente Marely Gonzáles de Guzmán, integrante del comité de defensa territorial.

REUNIONES EN LIMA

En la capital, la delegación sostuvo una reunión con la subsecretaria de Asuntos Técnicos en Demarcación y Organización del Territorio, Thamara Cusi, y otros representantes de la PCM, quienes recomendaron presentar un reclamo formal, pues la decisión adoptada por el Gobierno Regional de Arequipa (GRA) “no sería definitiva y podría revertirse”, según relató Gonzáles.

CENSO POSTERGADO

La tensión obligó a suspender el censo en la zona. Según explicó Gonzáles, el jefe del INEI, Gaspar Morán, informó que el proceso será reprogramado para octubre, en la última etapa de levantamiento nacional.

Morán anunció además que visitará Arequipa el 22 de septiembre para reunirse con la directora regional del INEI, Silvia Pacheco, y con autoridades locales, con el fin de evaluar la situación.

ERROR DEL GRA Y RECLAMOS

El comité de Acarí acusa al Gobierno Regional de Arequipa, a través de su Oficina de Acondicionamiento Territorial (OAT), de favorecer a Bella Unión al basarse únicamente en la versión de sus pobladores. Esto habría provocado la anexión de 35 mil hectáreas a ese distrito, lo que, de mantenerse, dejaría a Acarí incluso sin acceso al mar.

DISPUTAS POR AGUA Y MINERÍA

Para los dirigentes sociales, esta decisión es “absurda y desproporcionada”.

Detrás del conflicto subyacen intereses por el control de recursos hídricos y económicos. Según denuncian los acarinos, Bella Unión busca dominar el uso del agua y captar ingresos del Fondo de Compensación Municipal (Foncomun), así como regalías y canon minero provenientes de las operaciones extractivas de la zona, que representan entre 3 a 4 millones de soles al año.

“Por dominar el agua, ellos han demarcado hasta la margen derecha del río Acarí, cuando es claro que este valle se desarrolla dentro de la quebrada. Bella Unión está en la meseta, sin conexión con esos anexos. El territorio no puede repartirse como una torta”, advirtió Gonzáles.

Los pobladores de Acarí evalúan radicalizar sus medidas de lucha, entre ellas el bloqueo de carreteras y una marcha de sacrificio hacia Arequipa. Además, adelantaron que declararán persona no grata al consejero regional por Caravelí, Aarón Maldonado, a quien acusan de mantener vínculos políticos con Richard Vega Taípe, alcalde de Bella Unión.