La Policía nos recuerda que, si vas a beber, no conduzcas.

Redacción Diario El Pueblo

La vida de un niño de apenas 8 años llegó a su fin anoche en Cerro Colorado. Tristemente, la inconsciencia sigue ganando, porque estas personas que convierten a sus vehículos en armas mortales, conduciendo bajo los efectos del alcohol, saben que conducir así está mal, pero de todas maneras lo hacen. Recién cuando dañan o le quitan la vida a alguien hay un cambio de pensamiento, cuando ya es demasiado tarde.

El coronel PNP Giuliano Arguedas, jefe de la División de Orden Público y Seguridad de Arequipa, informó que el niño de 8 años fue atropellado y asesinado por el vehículo que conducía un joven de 23 años, quien, lejos de ayudarlo, se dio a la fuga y se escondió en su domicilio. En tanto, la madre del menor, víctima también del atropello, se aferró al cuerpo sin vida de su hijo.

“Lamentamos lo sucedido. El niño se encontraba con su madre afuera de su domicilio, cuando este vehículo, que desarrollaba una velocidad por encima, impactó y prácticamente le ha cegado la vida al menor de edad”, detalló.

El joven conductor huyó, algo que hacen muchos después de causar una tragedia. Así está la humanidad. Pero la Policía Nacional del Perú lo ubicó y fue trasladado, en calidad de detenido, a la comisaría PNP Mariscal Castilla para las diligencias correspondientes. Hoy nos enteramos de que no solo iba a máxima velocidad, sino que conducía el vehículo teniendo alcohol por encima de lo permitido en la sangre.