Perú en la ONU, abre puertas y fortalece alianzas
Por: Carlos Meneses
Queda ahora capitalizar estos avances con políticas internas coherentes, pero el viaje ha demostrado que el Perú no está ausente del escenario global y que puede construir, con diálogo y visión, un lugar de respeto y oportunidades.
La reciente participación de la presidenta Dina Boluarte en el 80.° período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) marcó un hito importante para el Perú en materia de política exterior. Durante tres intervenciones en foros distintos —la Asamblea General, la conmemoración de los 30 años de la Declaración de Beijing y la Cumbre del Clima— la mandataria colocó en la agenda internacional temas esenciales para nuestro país: la defensa de la democracia, la atracción de inversiones, el empoderamiento de la mujer y la lucha contra el cambio climático. Más allá de las coyunturas internas, este viaje mostró que el Perú puede y debe tener un rol activo en los espacios multilaterales.
El canciller Elmer Schialer lo resumió con acierto al calificar la visita como “exitosa”. Su agenda no se limitó a los discursos. En Nueva York, la jefa de Estado sostuvo encuentros con empresarios estadounidenses y españoles, aclarando dudas sobre proyectos estratégicos como el puerto de Chancay y presentando al Perú como un destino atractivo para las inversiones. Esas conversaciones, aunque no siempre visibles para la opinión pública, son cruciales para asegurar capitales, tecnología y empleo para nuestro país. Un viaje presidencial no es solo protocolo: es, sobre todo, gestión y diplomacia económica.
Destaca también la reunión bilateral con el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, que superó los tiempos previstos y abrió la puerta a proyectos de integración amazónica y de interconexión multimodal entre el Pacífico y el Atlántico. La posibilidad de complementar economías, dinamizar regiones olvidadas y construir infraestructura conjunta coloca a la Amazonía en el centro de una agenda de desarrollo sostenible. Ese es un paso significativo, pues mirar hacia la selva es mirar hacia el futuro del Perú.
La política exterior no se agota en pronunciamientos, se traduce en compromisos, redes y oportunidades. Que la presidenta Boluarte haya sido invitada a la COP30 en Brasil para visibilizar la importancia de la Amazonía es un reconocimiento al liderazgo que puede asumir el país en temas ambientales.
En tiempos de escepticismo, vale recordar que estos espacios multilaterales sirven para algo más que fotos oficiales. Son plataformas para fortalecer la democracia, atraer inversiones, defender nuestros recursos y proyectar una imagen positiva del Perú en el mundo. En Nueva York, el Gobierno dio un paso en esa dirección.
