Obra de S/ 185 millones se ejecuta sin supervisión y paralización es inminente
Por Jorge Turpo R.
Proyecto de desarrollo quedará paralizado. La millonaria obra de la carretera Majes–Lluta–Huambo corre el riesgo de volverse en otro proyecto interminable. La gestión del gobernador, Rohel Sánchez, contrató a una empresa supervisora que estaba suspendida y se tiene que hacer un nuevo proceso.
OTRO PROYECTO EMBLEMÁTICO DEL GRA
Un nuevo capítulo de irregularidades sacude a la gestión del gobernador regional de Arequipa, Rohel Sánchez. La millonaria obra de la carretera Majes–Lluta–Huambo, valorizada en más de S/ 185 millones, quedó en suspenso tras revelarse que desde junio se ejecuta sin una supervisión adecuada, contraviniendo la Ley de Contrataciones del Estado. La consecuencia inmediata es que más de 150 obreros están en incertidumbre y el riesgo de que los contribuyentes paguen por una obra que podría convertirse en interminable.
El consejero regional, César Humantuma, fue directo: “Se viene un problema muy grande para la gestión de Rohel Sánchez. Hasta ahora no existe una empresa supervisora y todo lo que se ha avanzado se ha hecho solo con un inspector. La Contraloría ya advirtió la irregularidad”.
Según explicó, la normativa establece que cualquier proyecto mayor a S/ 300 mil debe contar con un supervisor dentro de los 90 días de iniciada la obra. Ese plazo venció, pero el Gobierno Regional de Arequipa (GRA) permitió que la carretera avance solo con un inspector, que no tiene facultades legales ni técnicas para validar valorizaciones ni garantizar la calidad de los trabajos.
El origen del problema se remonta al proceso de selección del supervisor. La buena pro fue otorgada el pasado 1 de agosto al Consorcio Supervisor Caylloma, integrado por Ricardo Lenin Becerra Guevara y la empresa RBG Ingenieros SAC, por S/ 6.4 millones.
Sin embargo, tras haberse iniciado trabajos preliminares, se descubrió que la empresa estaba inhabilitada para contratar con el Estado desde abril pasado.
“Es grave que se haya permitido avanzar un proceso con una empresa sancionada. Para colmo, no hubo un segundo postor al que se pudiera entregar la buena pro. El proceso fue manejado por el exfuncionario de confianza de Sánchez, Leyder Riveros, quien hoy está prófugo de la justicia tras una sentencia por corrupción”, denunció Humantuma.
Con el contrato anulado y sin alternativas inmediatas, la obra quedó sin supervisión. Ante esta situación, el Consorcio Majes 4, a cargo de la construcción, comunicó a sus trabajadores la decisión de suspender las labores “hasta nuevo aviso”.
El aviso fue pegado en la puerta de sus oficinas en Majes, lo que provocó el último viernes la protesta de más de 150 obreros de Construcción Civil, que se quedaron sin respuestas de los representantes de la empresa.
SIGUE LA OBRA
Frente a la denuncia, la respuesta oficial ha sido escueta. Sulpicio Choque, jefe de la Oficina de Supervisión de Inversiones del GRA, negó que la obra se haya paralizado.
“La obra no se paralizó, continuará trabajando”, declaró a una emisora local.
Pero al ser consultado sobre la falta de un supervisor, evitó entrar en detalles: “Eso lo deberían responder en la oficina de administración”.
Esa falta de explicaciones claras solo aumenta la preocupación. El marco legal es categórico: toda obra mayor a S/ 300 mil debe contar con un supervisor, no solo con inspectores. Y en el caso de Majes–Huambo, ya se cumplió el plazo máximo de 90 días para regularizar la supervisión. Sin ese requisito, la obra no puede avanzar.
EL FANTASMA DEL ARBITRAJE
El riesgo no se limita a la paralización. Advirtieron que, al no existir una supervisión formal, el contratista podría acudir a un arbitraje y reclamar pagos adicionales sin haber concluido la obra.
“Ya han cobrado más de S/ 58 millones con solo tener inspector, lo que la Contraloría observó como irregular. Si esto no se corrige, la obra puede terminar costando mucho más y convertirse en una obra interminable, como la autopista Arequipa–La Joya”, alertó.
De acuerdo con datos del Ministerio de Economía y Finanzas, el GRA ya transfirió más de S/ 58.9 millones al consorcio constructor, correspondientes al 10 % de adelanto directo y al 20 % de adelanto de materiales.
No obstante, el portal Invierte.pe registra un avance físico del proyecto de apenas 5.5 %. Es decir, los pagos superan largamente a lo efectivamente ejecutado.
La carretera Majes–Lluta–Huambo, que debía dinamizar la economía regional, hoy está atrapada en un limbo legal y administrativo. Lo que debió ser una apuesta por el desarrollo podría convertirse en otra herida abierta en la infraestructura de Arequipa.
El gran problema es que esta obra puede quedar paralizada indefinidamente y el consorcio no tendrá responsabilidad porque la supervisión era obligación del gobierno regional. Aquí hay una negligencia que va a costar millones y años perdidos a la región.
