Jóvenes borrachos siguen sin cuidar su patrimonio.

Redacción Diario El Pueblo

Si últimamente has estado en el centro, rápidamente habrás podido notar que el número de turistas extranjeros ha crecido. Es una buena noticia para todos los que vivimos en esta ciudad, que nos visiten. Uno de los puntos que se encuentra concentrando turistas es, lamentablemente, la plaza San Francisco; y no lamentable por el lugar —este, histórica y arquitectónicamente, es envidiable—, sino por el desagradable olor que no desaparece por más que se utilice agua y detergente.

Lo que pasa no está oculto para nadie. Personas que parecen no amar a su ciudad orinan e, incluso, llegan al punto de dejar el otro desecho humano en la plaza. Están bajo los efectos del alcohol. Tienen dinero para abusar de esta droga y no para pagar un baño. Y, si la excusa es que no hay abiertos, es porque estás libando en la vía pública y a altas horas de la noche o la madrugada.

La Municipalidad Provincial de Arequipa ya implementó varias estrategias para que, especialmente jóvenes y señoritas, no se concentren en la plaza a beber, pero nada ha funcionado; no basta con colocar vallas. Muchos seguidores, a través de nuestras redes sociales, proponen que un sereno esté ahí permanentemente, por lo menos los fines de semana, y lo mismo para la plaza España. La concientización es insuficiente.

Y, siendo Centro Histórico de Arequipa y teniendo la iglesia de San Francisco al lado, obviamente que muchos turistas extranjeros tienen ganas de conocer la plaza y su historia. Sin embargo, cada vez se los recibe peor. El olor a orines se ha vuelto permanente.