Con vallas metálicas buscan poner orden en plataforma Avelino Cáceres
Por Jorge Turpo Rivas
Las “loncheritas” y taxistas ya no podrán estacionarse en la intersección con Vidaurrázaga ni al costado del centro comercial Siglo XX. La gestión del alcalde de Bustamante y Rivero, Fredy Zegarra Black, realizó el operativo como parte de las acciones de control por Semana Santa.
PARA ERRADICAR PARADEROS INFORMALES Y EVITAR CONGESTIÓN
El problema del caos del transporte en la plataforma comercial Andrés Avelino Cáceres, que advirtió El Pueblo hace unos días, empezó a tener respuesta de parte de la autoridad municipal de Bustamante y Rivero que ayer colocó vallas metálicas en dos paraderos informales que generaban gran congestión en la zona.
Las denominadas “loncheritas” o combis pequeñas, se adueñaron hace varios meses de la intersección de las avenidas Vidaurrázaga y Avelino Cáceres, en el carril de subida. Se estacionaban en el lugar y no se movían hasta llenar su unidad con pasajeros.
Esa situación provocaba una gran congestión vehicular que se extendía hasta la avenida Los Incas.
El alcalde de Bustamante y Rivero, Fredy Zegarra Black, en la siguiente entrevista, explica la decisión de colocar vallas metálicas y también se pronuncia tras la nueva balacera ocurrida en la avenida Avelino Cáceres.
¿No era posible implementar otra medida para erradicar esos paraderos informales?
-Nosotros no tenemos facultades en el transporte público, eso le corresponde a la Municipalidad Provincial. Tampoco tenemos inspectores de transporte, entonces lo que podemos hacer es la recuperación de espacios públicos. Con las vallas metálicas, hemos evitado que se sigan estacionando donde quieran.
¿Eso no es trasladar el problema cuadras arriba o cuadras abajo?
-Es que nuestra atribución no es solucionar el transporte informal, eso le corresponde a la provincial, pero algo tenemos que hacer para poner orden. No vamos a resolver el problema de fondo de los informales, pero por lo menos en recuperar los espacios públicos y evitar congestión, estamos actuando.
¿Cómo actuaban las “loncheritas” en esa zona?
-Ellos se estacionaban y mientras no llenaban no partían. Ahora tienen que moverse, no podemos intervenirlos como transporte informal, pero al menos ya no se estacionarán allí.
La medida también generó molestias en los peatones y usuarios de esas unidades.
-Sí, generó quejas, nos dijeron ¿por qué hacemos eso si es el único transporte? Pero nosotros no podemos permitir ese tipo de informalidad. Es cierto que hay muchas carencias, que cubren una necesidad, pero por encima de eso está el principio de autoridad. No pueden hacer los que les da la gana.
¿Esas vallas metálicas sólo estarán por Semana Santa o quedarán más tiempo?
-Inicialmente será como parte del plan de seguridad de Semana Santa, pero queremos hacerlo extensivo. Vamos a hacer más vallas para aplicarlo en diferentes puntos. Veremos primero cómo nos resulta esta semana en esos dos paraderos informales. La idea es que entiendan que no pueden estacionarse allí, no podemos estar con vallas siempre, pero es una medida preventiva o disuasiva.
BALACERA
El último jueves en la noche se registró una balacera en la avenida Avelino Cáceres, cerca del centro comercial Gratersa. Aunque no hubo heridos, la Policía halló 13 disparos que realizaron dos delincuentes a bordo de una motocicleta.
¿Qué medidas efectivas aplicar para evitar más crímenes en su distrito?
-En el momento de esa balacera, nosotros estábamos haciendo patrullaje mixto con las juntas vecinales y la Policía en las urbanizaciones Juan Pablo Vizcardo y Santa Catalina.
Nosotros como alcaldes distritales estamos trabajando en el tema de prevención de la delincuencia común en nuestras urbanizaciones, pero contra las organizaciones criminales no podemos combatirlas, no puedo poner en riesgo a los vecinos, eso es responsabilidad de la Policía y los operadores de justicia.
El gobernador regional, Rohel Sánchez, indica que los alcaldes no han iniciado ningún trámite formal pidiendo la declaratoria de emergencia.
-Le hemos cursado una carta con carácter de urgente para que se reúna con nosotros el día y hora que él disponga. Queremos manifestarle nuestra posición de que necesitamos estado de emergencia. No sé qué estamos esperando, siguen las balaceras.
El gobernador indica que todo eso se debe canalizar a través del CORESEC (Comité Regional de Seguridad Ciudadana)
-Pero no estamos hablando de delincuencia común. El CORESEC, el COPROSEC y a nivel CODISEC son instancias para tratar temas de prevención de la delincuencia común, no tienen nada que ver con el combate de la delincuencia organizada. Están equivocados totalmente, el crimen organizado lo combate la Policía y los operadores de justicia.
¿Qué permitiría el estado de emergencia?
-Que el Gobierno Nacional nos dé todo el apoyo como lo está haciendo con el norte, mayor presencia policial y cuerpos especiales de la Policía. Han enviado a Trujillo al coronel Revoredo que es especialista en crimen organizado y ya están teniendo resultados.
Pero se han llevado 112 suboficiales de Arequipa hacia Lima y ninguna autoridad hizo un pronunciamiento.
-Exactamente. Lo que sentimos es que vienen a Arequipa las autoridades del Ministerio del Interior y nos engañan. Nos prometieron mayor presencia policial. Vino el comandante general de la Policía, general Víctor Zanabria Angulo, a meternos un cuentazo porque nos dijo vamos a ponerles mil efectivos, vamos a mandar grupos especiales y a la semana nos quitan 112 policías.
El ministro del Interior, Víctor Torres, dijo que no amerita un estado de emergencia en Arequipa porque no está a niveles de Trujillo.
-Jamás pueden comparar Arequipa con Trujillo, es como si dijeran no necesitan estado de emergencia porque Tiabaya está tranquilo. Pero no pueden comparar Tiabaya con Miraflores o Paucarpata. Son realidades totalmente diferentes. Un solo caso de sicariato en Arequipa, sí es alarmante y causa zozobra en la población porque jamás se han dado ese tipo de crímenes y no queremos que se normalice como en el norte, que todos los días ocurren estos hechos y a nadie le llame la atención.